El objetivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) de restringir el tráfico de camiones  tanto en la AP-1 como en la vía paralela N-I y en la A-1 a la altura de Burgos-Castañares, en dirección Francia, desde las 16 hasta las 21 horas de ayer no acabó de funcionar del todo bien. Numerosos eran los vehículos que continuaban su trayecto a pesar de tener prohibido el paso, especialmente por la AP-1, puesto que por la N-I apenas había movimiento.

La razón para acabar tomando esta decisión reside en el importante incremento de la circulación de vehículos -en más de un 24%- en esta autopista después de la eliminación del peaje el pasado año. Aunque estaba previsto que esta medida se aplicase durante más fines de semana del verano, finalmente el Ministerio del Interior optó por reducirlo a tres domingos de agosto. Este era el primero, y los siguientes serán los días 23 y 30.

Habrá que ver cómo funciona esta decisión los próximos domingos, pero lo que está claro es que ayer no se estaba respetando lo marcado por la DGT. Como aseguran fuentes de la Guardia Civil a DB, se trata de «medidas preventivas para permitir mayor fluidez» que habrá que ir viendo cómo evolucionan poco a poco. Aunque durante esta primera jornada de limitaciones sí hubo un incremento del servicio, resulta «imposible multar a todos». Unas sanciones que alcanzan los 200 euros -100 por pronto pago-.

Sin embargo, una de las principales tareas que se hizo para evitar que siguiesen circulando fue señalarles que debían abandonar la vía inmediatamente. Además, en varios paneles explicativos se indicaba claramente que durante la tarde de ayer no estaba permitido el paso de camiones. Por tanto no cabía ninguna duda, más aún cuando llevaba anunciado desde hace varias semanas. Hay que tener en cuenta que había principalmente extranjeros (portugueses, rusos...) pero también nacionales.

Por otra parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Frenadismer) ya había advertido a los transportistas en un comunicado el hecho de planificar la ruta para estos días, teniendo en cuenta que «se prevé un importante embolsamiento de camiones en las proximidades de la capital burgalesa que no podrá ser absorbido por la infraestructura de áreas de servicio y de descanso existentes en la zona». 

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