Superaron tres fiestas del Rosario y varios años a la intemperie, -cuatro y medio los más antiguos-, pero en la madrugada del martes, el Museo a Cielo Abierto que embellece el casco histórico medinés no pudo escapar de una oleada de grafitis que no ha dejado pared sin pintada en la zona antigua de la ciudad y que tampoco ha respetado el proyecto artístico comandado por el Ateneo Café Universal. Ante los daños sufridos en cinco de sus 59 obras, una de ellas el mural colectivo pintado en 2018, su directiva valora presentar una denuncia ante la Guardia Civil.

Las calles Mayor, Laín Calvo, Fundador Villota o Reina María Cristina son algunas en las que la misma firma y el mismo grafiti se repiten incansablemente hasta en una veintena de viviendas y negocios sin respetar puertas de madera de gran valor o fachadas de piedra. Sucedió en la madrugada del lunes al martes. Atravesó el casco histórico de punta a punta con su spray en mano y se detuvo a dejar su huella sobre la obra de otros artistas, los integrantes del taller de  pintura del Ateneo, o un cuadro de Paulino Lorenzo Tardón. Pintó en la plaza Mayor y junto a rincones emblemáticos, como el Arco de la Cadena o el Alcázar.

El que ha sido hasta hace poco presidente del Ateneo Café Universal y artífice de su Museo a Cielo Abierto, Fernando Alea, recordaba como en 2017, el alcalde, Isaac Angulo, le recomendó retirar la veintena de cuadros que había en el casco histórico durante las fiestas del Rosario, pero «decidí dar un voto de confianza y una oportunidad». Tanto Alea como la directiva del Ateneo destacan el respeto ejemplar que hasta ahora ha tenido su proyecto y agradecen la indignación que lo ocurrido ha generado entre los medineses.

El mural del taller del Ateneo pintado en 2008 tampoco se salvó. - Foto: A.C.

Pero Alea no ceja en su empeño. «No nos vamos a dejar vencer. Hay que luchar para demostrar que lo suyo no vale nada y por encima de todo están la cultura y la educación», enfatiza el pintor que ha visto uno de sus cuadros devorado. El artista anuncia que se repararán todas las pinturas dañadas y las paredes sobre las que se ubican y que también se han grafiteado en varios casos.

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Desde la Asociación de Hosteleros del Casco Histórico, Adrián Santamaría, autor de alguna de las obras del museo, también agradece el respeto que se ha tenido hasta ahora por los cuadros, y lanza una invitación a los autores a «borrar todas las pintadas» a cambio de «dos enormes lienzos y pinturas para que tengan la oportunidad de demostrar si están a la altura del mundo con el que conviven». Mientras, el alcalde lamenta que «nadie llamara a la Guardia Civil, porque posiblemente alguien les pudo ver», a lo que añade que «hay irresponsables que aprovechan las ocasiones en las que hay mucho público para cometer estos actos y pasar desapercibidos».