Una tía de la familia de Mamolar: «No pueden vivir solos»

F. TRESPADERNE
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Leonor Bartolomé asegura que «no abonaban ningún gasto de la casa, han vendido los enseres que dejé y me han amenazado de muerte». Seguirán en el hotel de Salas hasta el lunes y se trasladarán a Aranda

La familia recibirá ayuda de la compañía de seguros para pagar el alquiler. - Foto: F2estudio

«No pueden vivir solos, tienen que estar controlados y acogidos en alguna fundación o centro», asegura Leonor Bartolomé, tía de las tres mujeres que, junto a su padre, vieron cómo se quemaba el domingo su casa de Mamolar y que, tras pasar la primera noche en la casa consistorial, se encuentran en un hotel de Salas de los Infantes a la espera de que el lunes se concrete el alquiler de una vivienda en Aranda.

Leonor, saliendo al paso de las críticas de los afectados por la relación con la familia, en concreto por el reparto de una herencia, manifiesta que «les hemos dejado vivir en la casa sin pagar ni agua ni luz, nadie, ninguno de los cinco propietarios de la vivienda les ha dicho que se fueran», asegura, a la vez que recuerda que «han vendido todo lo que tenía en la casa». Leonor insiste en que los servicios sociales, y si es necesario la Justicia, deben actuar «porque conocen la situación en la que están y la familia no podemos hacer nada. A mí me han amenazado de muerte y los vecinos de Mamolar tenían miedo».

Leonor, tras recordar que los cuatro miembros de la familia están cobrando una pensión y pueden ser autosuficientes económicamente, señala que «están obsesionados con la herencia, que todavía no se ha repartido porque el asunto está en el Juzgado de Salas de los Infantes».

Futuro encauzado. Por lo que respecta al futuro habitacional de la familia, la diputada provincial de Servicios Sociales, Inmaculada Sierra, manifiesta que «está encauzado» y que, previsiblemente, la familia se trasladará la próxima semana a vivir a Aranda de Duero, tras descartar hacerlo en Álava, Miranda de Ebro y Salas, donde se encuentran desde el martes, viviendo en un hotel que paga Cáritas. Los primeros meses de alquiler de la vivienda en Aranda será sufragados por una fundación de la compañía de seguros de la casa de Mamolar, apunta Sierra, quien insiste en que el tutor legal es el padre, «y está capacitado» para tomar las decisiones sobre sus hijas discapacitadas.