Con la mayor de las «confianzas», como argumentara el propio Alberto Suárez en rueda de prensa previa, pero también con todo el respeto del mundo dada la casuística que suele ofrecer el pavelló Blanc y Verd a domicilio. Así ha viajado el Blasgón y Bodegas Ceres hasta Bordils. Una plaza que mide esta tarde a partir de las 19.00h. las prestaciones de la entidad ribereña lejos de casa, y un escenario también a su vez que promete convertirse en una auténtica prueba de fuego imposible para el combinado arandino por lo animoso de su afición durante los partidos.

No es para menos. El equipo gerundense siempre se ha caracterizado por hacerse fuerte en su propio feudo para tratar de amarrar puntos y salvar la categoría. Un hecho que ésta vez no va a ser una excepción y que, unida a la imperante «necesidad» acumulada de victorias catalana, propiciará que el cuadro entrenado por Pau Campos -ha regresado esta temporada al banquillo bordilenc-, se emplee al máximo para tratar de romper su maleficio de resultados en las últimas semanas ante los amarillos.

Suárez lo sabe y por ello reconoce que, aunque «Bordils es un equipo que cada temporada se reinventa», no deja de poseer una buena plantilla. Un bloque muy dinámico liderado por Ferrer en el central que, junto al ex-arandino Canyigueral, y sobre todo gracias a la velocidad y calidad de sus extremos -tanto Reixach como Prat son auténticas balas a la contra-, pondrá las cosas difíciles a la expedición amarilla en su visita el Blanc i Verd.

También lo hará que, una vez más, y ya son varias, la semana de entrenamientos no haya transcurrido con excesiva normalidad en la capital ribereña. Debido a ello, Suárez no podrá contar con Alex Pombo de cara a la cita (baja por gripe). Quizás tampoco con Elustondo y Vicentin. Lesionados sin gravedad aparente, pero que serán duda hasta última hora.