Las infecciones de transmisión sexual siguen en aumento

Angélica González
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La Junta registró 64 casos de las que son de declaración obligatoria en 2013 y en este año -a falta de las últimas semanas- se ha llegado a 108. Infertilidad, cáncer y resistencia a antibióticos son las consecuencias más graves de estas patologías

Las infecciones de transmisión sexual siguen en aumento - Foto: Diario de Burgos Patricia González

Hace apenas un par de semanas la Academia Española de Dermatología y Venereología advirtió de que uno de cada cuatro adolescentes españoles contraerá una infección de transmisión sexual (ITS) antes de terminar la Secundaria, un dato que pone de manifiesto lo expuestas que están las personas más jóvenes a unas patologías que podrían evitarse con una buena educación y protección. Según explicaban los especialistas, el tramo de edad entre 15 y 24 años y los varones que mantienen sexo con otros varones serán los más afectados. Recordaba, además, que desde el año 2000 estas enfermedades crecen sin parar. De la misma forma lo explicó el jefe del servicio de Epidemiología de la Junta en Burgos, José Luis Yáñez, que indicó que las ITS siguen al alza también en la provincia de Burgos: «Desde el año 2001 aproximadamente hemos visto que la progresión va en aumento, aunque he de decir que en Castilla y León las cifras que se manejan son la mitad que en el conjunto de España, fundamentalmente porque hay muy poca gente joven, que es el colectivo al que afecta mayoritariamente».

Según su experiencia, los grupos más vulnerables son las personas inmigrantes (porque en muchos países, al contrario que en España, no se incluyen en la sanidad las vacunas que existen contra varias ITS), los varones de entre 35 y 50 años y los hombres que mantienen sexo con otros hombres. «La proporción entre mujeres y hombres es de 1 por cada 5, salvo en las clamídeas, un problema que se está haciendo cada vez mayor en toda Europa y que interesa a nivel de salud pública por las consecuencias que tiene en la fertilidad».

En los últimos seis años, las cifras que se registran de ITS en la provincia de Burgos han ido creciendo cada vez más. Así, si en 2013 se contabilizaron 64, en 2018, y a falta de incluir las cifras de las últimas semanas, ya hay 108. Pero, probablemente, sean números que están alejados de la realidad. Yáñez explica que esto es solo la punta del iceberg porque existe una gran infradeclaración, es decir, personas que no consultan al médico y que por su cuenta toman una medicación, y otras que, incluso, ni adoptan ninguna medida porque hay infecciones que no producen síntomas: «Aquí no hay centros específicos como en otros países y muchas personas sienten vergüenza de ir a su médico de cabecera a consultar por una gonorrea, por lo que sabemos que hay muchos casos que no se declaran aunque resultaría imposible decir qué porcentaje es».

De 30 gérmenes que provocan este tipo de infecciones, 9 son los que aparecen más frecuentemente: 5 son virus y provocan vih/sida, papiloma, hepatitis B y C y herpes simple, «aunque la hepatitis A puede tener también un componente de comportamiento sexual», según precisa Yáñez, y otros 4, bacterias: gonorrea, sífilis, clamídeas y tricomonas. De todas ellas, la Junta hace un seguimiento de siete que son de declaración obligatoria por parte de los médicos que las ven en las consultas: hepatitis A, B y C, infección gonocócica (gonorrea), infección por Chlamydia (clamídeas), vih/sida y sífilis.

La hepatitis A ha experimentado en los últimos años un importante protagonismo multiplicándose por diez los casos, la mitad de ellos, según el experto, en hombres que mantienen sexo con hombres. Así, en 2013 se declararon en Burgos 3 casos mientras que en 2017 fueron 25 y en 2018, a falta de conocer las cifras de las últimas semanas, ya son 30. La hepatitis B se ha mantenido más estable, 11 casos se comunicaron en 2013 y 12 en 2018;la hepatitis C, en cambio, ha descendido de 16 a 7. La gonorrea ha pasado de 3 a 17 casos, las clamídeas, de 5 a 10 (aunque solo desde 2014, que es el año en el que se incluyó su declaración obligatoria); el vih/sida se mantiene estable, pasando de 22 a 19 y la sífilis ha crecido de 9 a 13 casos.

Yáñez insistió que desde el punto de vista de la salud pública es muy importante alertar sobre estas patologías y recomendar su prevención porque están vinculadas al cáncer y a otras patologías graves -el papiloma produce cáncer de cuello de útero y la hepatitis B, cirrosis y cáncer de hígado-, provocan un aumento de la automedicación que, a la larga crea una resistencia a antibióticos que puede hacer que estos fármacos pierdan su eficacia, y, en el caso de las clamídeas son causa de la infertilidad.

El jefe de Epidemiología cree que debería haber más información sobre los comportamientos sexuales de los adolescentes ya que la última encuesta a nivel nacional sobre este particular data de 2003 y ya en ella se decía que el 10% de las chicas había tenido más de diez contactos sexuales. En este sentido, señaló que existen estudios que afirman que a partir de cuatro contactos sexuales sin protección se cuadruplican las posibilidades de contagiarse de un papiloma: «Claro que hay información dirigida a los jóvenes pero en muchos casos se trata de información basura, poco clara. Además, la gente más joven, sobre todo los hombres, banalizan el riesgo o incluso se lo proponen como un reto o presumen de ello. Las mujeres, que son más vulnerables biológicamente a estas infecciones, presentan menos casos debido a su menor promiscuidad».