"Hay que mantener lo antiguo pero con perspectiva moderna"

I.M.L.
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Los oficios del vino (XII) | El asesor de campo Miguel Ángel Alonso cree que el futuro de la viticultura "pasa por el respeto a la biodiversidad y al medio ambiente". "Tenemos que aprender a convivir", indica

Miguel Ángel Alonso desarrolla su labor de asesor de campo en un amplio territorio de la DO Ribera del Duero. - Foto: I.M.L.

Cuando este ingeniero agrónomo empezó su trayectoria laboral, la Denominación de Origen Ribera del Duero estaba alcanzado su primeros diez años de existencia, y había mucho por hacer todavía. Fue en 1992 cuando se sumó a la plantilla de Cecoga, a la que siempre ha estado ligado como responsable de campo y de la mano de Julián Sardina, llegando a ocuparse de una gran extensión de viñedos a los que asesora de una u otra manera. "En los 30 años que llevamos con esta labor de consultores se han podido plantar más de cinco o seis mil hectáreas dentro de la DO, el 15% de toda la superficie es de lo que hemos podido asesorar en todo este tiempo.", cuantifica Miguel Ángel Alonso, que concreta que "una influencia de más del 30% del viñedo de la DO, no solo plantaciones, sino en consejos".

Porque Alonso es un firme defensor de que la mejor materia prima hace los mejores vinos y se tiene que dejar ver en cada botella que se abre o copa que se degusta. Una relevancia del campo que traslada incluso a la denominación de su oficio. "Me gusta la denominación de cuidador de viñas, la palabra asesor vale para muchas cosas porque los clientes te piden que les ayudes no solo en cuidarles las viñas sino en todos los aspectos que conlleva la actividad de la viticultura: desde las plantaciones, los cuidados de las viñas, el mantenimiento del suelo, la protección en todos sus campos,...", enumera la larga lista de parámetros que se pueden intentar controlar para mejorar incluso el resultado de cada cosecha en esta o en cualquier otra zona vitivinícola.

Alonso recuerda aquellos primeros años en los que se sentaron las bases de lo que es ahora la DO con "la formación y el divulgar técnicas de otras zonas que se han ido implantando aquí hasta llegar a ser una de las DO de mayor relevancia en España y ya nos miran en el extranjero". Con estos pilares, este enamorado del campo reconoce que estamos ante "una oportunidad para que nuestra viticultura sea un referente de cosas que se están haciendo bien y el sector lo tiene que aprovechar".

Entre esas cosas bien hechas, Alonso tiene claro que la conjunción entre lo que hacían los antiguos ribereños, que han heredado los que ahora cultivan los viñedos, y las novedades tecnológicas es el secreto del éxito de Ribera del Duero. "Hemos afianzado la tradición, que es lo que se tenía, con otros conocimientos de otras zonas y otras personas con otras técnicas, se ha sabido aglutinar y eso va a ser nuestro patrimonio, mantener lo antiguo pero con una perspectiva moderna", anima a apostar por esa conjunción de futuro para esta zona.

Echando la vista atrás, Alonso reconoce que "muchas cosas que se decían hace 20 años son las que se están implantando ahora, por ejemplo, ahora hay una diferenciación en el campo y en las bodegas en el pago por calidad que hace 15 años solo se intuía aquí".

Y con el planteamiento de futuro, este ingeniero agrónomo continuará desde Cecoga con una mirada puesta en el campo y sus avances ciclo tras ciclo pero sin perder de vista las tendencias que desde la viticultura se están imponiendo y llegarán a ser la tónica habitual. "El futuro va a ser de otra forma a estos últimos 30 años pero va a ser muy bonito: tenemos que ir con la diferenciación del viñedo antiguo que tenemos y no desperdiciarle para que perdure este patrimonio antiguo", confía Alonso, que deja un consejo para el viticultor: "Tiene que tener presente el respeto a la biodiversidad, el medio ambiente y aprender a convivir con el medio ambiente".