Joan Peñarroya tenía un rostro que mezclaba satisfacción y preocupación al final del encuentro. El Hereda San Pablo acababa de lograr la clasificación para la siguiente fase y era un éxito para celebrar, pero el juego desplegado ante el Filou Oostende tuvo algunas lagunas que necesitan mejora. Además, mostró su preocupación por las lesiones de Renfroe, Horton y Barrera.

Antes del análisis del encuentro, el preparador azulón quiso destacar la importancia de la clasificación a falta de una jornada después de haber empezado el torneo perdiendo en Bélgica: «Hay que dar valor al pase porque era un grupo muy difícil.En un formato tan corto y con tan pocos partidos, los rivales eran peligrosos. Brindisi está a un nivel muy alto en Italia, el Darussafaka es un histórico y el Oostende ha ganado las últimas ligas de su país y entró en la Final Four hace dos años. Es para estar contentos».

En cuanto al rendimiento de sus pupilos en el duelo de ayer, admitió que tuvieron «problemas durante la primera parte en la defensa del pick and roll» y que, además, concedieron «canastas fáciles». No obstante, resaltó el trabajo en la parcela ofensiva, donde jugaron con buenos porcentajes en la línea de tres y moviendo bien el balón.

Joan Peñarroya (d.) se saluda con Félix Sancho, presidente del Hereda San Pablo. - Foto: Jesús J. Matías

Tras el paso por los vestuarios, Peñarroya habló de una «pequeña mejoría defensiva», pero no se mostró del todo satisfecho con la versión de sus hombres: «Tenemos que mejorar para recibir al Valencia Basket».

Dos mitades. Por otro lado, Dejan Kravic partió el duelo de dos mitades. En la primera, estuvieron «muy blandos defensivamente» y dieron «muchas canastas fáciles al rival», mientras que en la segunda aumentaron su rendimiento, aunque deben mejorar: «Tenemos que defender mejor para poder correr y lograr canastas fáciles en ataque. Ya estamos en la segunda fase, pero queremos ganar también en Italia».

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