«Los Juegos Olímpicos están ahora mismo muy difíciles»

J.A.D.C.
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Celia Antón señala que luchará hasta el final por un plaza en Tokio, pero también que cada vez tiene menos opciones

Celia Antón, instantes después de terminar su última carrera en Niza - Foto: @Celia_AA23

Acaba de ser décima en el Meeting National à thème de Nice en una carrera que resultó ser aún más rápida de lo que esperaba y en la que acabó corriendo «sola» porque «no sabía si iba a poder aguantar hasta el final de meterme en el grupo que se formó», pero tras la que, lejos de lamentarse, la arandina Celia Antón piensa ya en el futuro. Y es que, más allá de que las sensaciones extraídas de la cita gala fueran «regulares», la atleta ribereña no deja de reconocer que, en eso, precisamente, reside la esencia y el encanto del 5.000. Una categoría que tilda de «muy especial», y una distancia en la que cada carrera es «diferente» y «muy exigente».

Como exigente será su próxima cita personal marcada a fuego en el calendario. Un Meeting de Madrid al que Antón espera y desea llegar este próximo fin de semana, pero al que la realidad le indica podría complicarse su presencia porque acaba de ser vacunada contra la COVID y ha pasado una noche relativamente mala y con fiebre. «Estoy un poco regular», reconoce, «así que a ver cómo me voy encontrando estos días y, en base a eso, decidiré».

De no llegar a la cita madrileña, su próximo compromiso sería ya el inminente Campeonato de España que se disputará el fin de semana siguiente en Getafe (días 26 y 27 de junio). Una prueba en la que, asume, «posiblemente», se decante de nuevo por el 5.000, y que bien podría traducirse en una de sus últimas opciones de lograr una plaza para los JJuegos Olímpicos de Tokio.

Ahora, ante ese escenario Antón se muestra tranquila. Sabe que «no quedan muchas carreras» y que sus posibilidades de acudir cobran ya un mayor porcentaje en el ‘no’ que en el ‘sí’, pero también señala que, ocurra lo que ocurra, lo ha intentado hasta el final. «Yo he hecho todo lo posible», apunta, «pero era un objetivo muy ambicioso». Objetivo por el que seguirá luchando en lo que resta, como relata, porque su nivel actual y de entrenamientos es superior al esgrimido en Francia, pero para el que también sabe, lo tiene «muy complicado» porque «apenas quedan carreras para hacer la mínima».

Si realmente no pudiera conseguirlo, la atleta arandina tendría, no obstante, muy claras sus prioridades en lo más inmediato. En este caso, acabar la temporada «sana y bien», «descansar», y «coger el próximo año con mucha más fuerza que éste si cabe». No queda otra, apunta. Sí, por el contrario, más citas olímpicas a las que acudir. Y es que Antón es aún muy joven y, bien sea en ésta, o en otra, a buen seguro el atletismo le tiene preparado más oportunidades en el futuro.