Ánimo, fuerza, lucha, valentía, coraje... Las palabras se han repetido como un mantra en todas y cada una de las 1.530 cartas que familiares, amigos y ciudadanos anónimos han enviado en estos dos meses y medio a los pacientes aislados en el HUBU por coronavirus y a los profesionales que han cuidado de ellos. Mensajes de apoyo y solidaridad que han aliviado el dolor y el miedo en días muy difíciles.

Miguel Ángel Ramón Gariglio, médico del Servicio de Urgencias del Hospital de Burgos y uno de los impulsores de la  iniciativa, relata que han recibido a través del correo electrónico cartas desde todos los puntos de España, muchas de ellas en diferentes idiomas -una en japonés-, lo que ha obligado a utilizar el traductor de Google antes de entregárselas a los pacientes.

La mayoría de los mensajes eran de remitentes anónimos si bien un buen puñado -unas 110- eran personalizadas, es decir escritas por familiares para hospitalizados en el HUBU. La avalancha de envíos en las primeras semanas fue abrumadora, aunque en los últimos días el volumen se ha reducido, en consonancia con la disminución de ingresos por covid. «Ahora ya solo repartimos cartas una vez a la semana», explica el doctor Ramón, quien subraya que el criterio de entrega ha sido por plantas para tratar de llegar a las áreas con más casos y dejarles unas palabras de aliento.

Entre los escritos han aparecido multitud de coloridos dibujos realizados por niños (muchos arcoíris con mensajes de ‘Todo va a salir bien’), poemas, textos de felicitación, de elogio al trabajo de los sanitario... «Todos te mandan mucha fuerza y ánimos, es una situación extraña, pero no te preocupes, no puede ser de otra manera, estás en muy buenas manos», le dice una hija a su madre. O el mensaje de un niño a su tía: «Los días que estés triste y muy cansada acuérdate de mí y yo te daré fuerzas para que sigas ayudando a los demás».