Los geriátricos admitirán en breve a personas 'válidas'

Angélica González
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La Junta avanza que «en las próximas semanas» podrán acceder ya a las residencias, previa PCR negativa, ancianos que no necesitan ayuda para las actividades de la vida diaria, lo que hasta ahora estaba prohibido debido a la covid

La vacunación ha reducido las cifras de mortalidad rápidamente. - Foto: Christian Castrillo

El principal efecto de la vacunación contra la covid-19, cuya campaña está resultando trufada de inconvenientes y frenazos, ha sido la inmunización de todas las personas mayores que viven en residencias geriátricas, lo que ha conllevado un descenso radical del número de fallecimientos y, por tanto, un alivio profundo, primero para ellas mismas, y después para sus familias y para las plantillas que trabajan en sus cuidados. Así, el último deceso por coronavirus que tuvo lugar en la provincia de Burgos fue el 17 de marzo y la persona, que estaba asintomática, tenía 90 años y múltiples patologías, según informaron desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

La gerente de Servicios Sociales en Burgos, Marian Paniego, indicó, no obstante, que a pesar de que este dato es una buena noticia «conviene no bajar la guardia». «No podemos olvidar que en las residencias viven las personas más vulnerables y por ello, a pesar de que la vacunación ha mostrado su efectividad, es fundamental continuar en los centros con todas las medidas de precaución tanto de usuarios, como de trabajadores o familiares porque lo más importante ha sido y sigue siendo, proteger a nuestros mayores», aseguró.

Debido a esta importante mejoría de la situación, según también la Consejería,  «en las próximas semanas» -aún no se ha concretado cuándo- comenzará a permitirse el ingreso de nuevos usuarios ‘válidos’ (denominación que en los servicios sociales se da a las personas que no necesitan ayuda para hacer las actividades de la vida diaria), a los que se les pedirá, claro, una prueba PCR negativa. Esto es algo que hasta ahora había sido prohibido tajantemente por la Junta de Castilla y León en atención a la situación sanitaria, y que la patronal de residencias de mayores venía solicitando desde hace tiempo.

La presidenta en Burgos de la Asociación de Empresas de Atención a Personas Dependientes de Burgos (Asdebur), Felicidad Viyuela, expresó su deseo de que esta apertura se lleve a cabo cuanto antes ya que son muchos los meses en los que no se han podido realizar nuevos ingresos, salvo los que por alguna razón tenían una prioridad social o eran de especial vulnerabilidad.  En este sentido, durante marzo y abril ya se ha ido flexibilizando el ingreso de personas con cualquier grado de dependencia y de quienes precisaban utilizar las unidades de convalecencia -aquellas que se ofrecen para personas mayores que necesitan cuidados tras una enfermedad o una intervención quirúrgica- que existen tanto en la residencia de Cortes, en Burgos, como en la pública de Miranda de Ebro.

De esta manera se podrá empezar a enjugar la caída en picado de los usuarios de los geriátricos, que durante 2020 tuvieron mucha dificultad para llenar las vacantes que se iban quedando debido al elevado número de renuncias por las lógicas suspicacias debido a que el foco de mayor morbilidad y mortalidad de la pandemia se puso en estos centros. En el caso de las residencias públicas, la Consejería reconoce que se encontró con el recelo de muchas familias al ingreso de sus mayores, situación parecida a la que han vivido las de titularidad privada. Este año, por el contrario, se está empezando a percibir un cambio de tendencia debido, lógicamente, a la extensión de la vacunación.

Sobre la lista de espera que existe en la provincia de Burgos para acceder a una plaza residencial, desde la Consejería de Familia explicaron que no podían ofrecer datos porque se trata de una información que no se mueve ni se actualiza -al contrario de lo que ocurre con las de la sanidad, que, además, sirven para analizar la situación de los hospitales- y que en la misma aparecen tanto personas que ya están ocupando una plaza como las que no, e incluso también aquellas a las que se les llama para poder comenzar su vida en un geriátrico porque hay una vacante y la rechazan. En todos los casos, «el objetivo siempre es garantizar los derechos de las personas mayores, porque se pueden dar casos de personas que están en un centro privado y siguen pretendiendo trasladarse a una pública o que  la que se les ofrece en un momento dado no les encaja por cualquier motivo y no son razones para que dejen de estar en la lista de espera».
Sector en manos privadas. El sector de los geriátricos está en la provincia de Burgos muy mayoritariamente en manos privadas, como se desprende de los datos publicados por la plataforma  ‘Envejecimiento en red’, formada por la Fundación General CSIC y el Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD) del CSIC «con el objetivo de ser un referente en conocimiento e información  contrastada, rigurosa y de calidad sobre investigación e innovación en envejecimiento».
Así, según los últimos datos publicados por estas instituciones académicas (son de septiembre de 2020), el 73% de las plazas residenciales son de titularidad privada: del total de las existentes en el momento del estudio, 6.648, 4.853 estaban en centros privados y 1.795 en residencias públicas, tanto de la Junta de Castilla y León como de la Diputación y algunos ayuntamientos, otras de las instituciones que también tiene geriátricos.

Esta web (http://envejecimientoenred.es/) incluye, para ofrecer los datos de todo el país, tanto residencias como miniresidencias, viviendas o pisos tutelados, centros psicogeriátricos, sociosanitarios y conjuntos residenciales con servicios comunes. En la provincia de Burgos sitúa un total de 91 de estas instalaciones (76 privadas y únicamente 15 de titularidad pública). De ellas, 19 disponen de 100 plazas o más; 29 tienen una capacidad para albergar a entre 50 y 99 personas; 35, entre 25 y 49, y únicamente ocho cuentan con menos de 25.
 En el conjunto de España, esta provincia se sitúa casi en el centro en lo que tiene que ver con el número de residencias públicas con respecto a las privadas y ocupa un lugar parecido en el entorno de Castilla y León, por debajo de Soria, Segovia y Zamora y por encima de León, Salamanca, Ávila, Palencia, Valladolid. En cuanto a la ratio de plazas por cada cien personas a partir de 65 años de edad, la de Burgos es de un 7,8, de las más altas del país aunque no de la comunidad autónoma, ya que se sitúa por debajo de Soria, Palencia, Ávila, Segovia, Salamanca y Zamora.