Curar cicatrices con colores

S.F.L.
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La Asociación de Amas de Casa y Artetoca se unen para desarrollar un plan de embellecimiento de Briviesca a base de pintar murales. Los primeros en participar serán estudiantes y plasmarán su arte en las tapias del Ventorro

Pedro Peña (diseñador de los bocetos), Victoria González y Josefa Sanz, posan junto a los muros del solar donde se ubicó El Ventorro. - Foto: S.F.L.

El sueño de mezclar pinceles, escaleras, jóvenes amateur manchados de colores y papeles fijados en el suelo con cinta de papel para proteger la calle será una realidad. ¿Dónde? En Briviesca. ¿Con qué fin? El de embellecer la entrada de la ciudad con murales. ¿Cuándo se llevará a cabo el proyecto? Para esta cuestión aun no hay respuesta... pero con seguridad que a lo largo del curso actual.  

La capital burebana tiene, como muchos otros lugares, cicatrices en forma de solares vacíos, locales vallados y paredes desnudas que dejan ver lo que en un pasado fueron hogares o negocios. Para tapar las marcas que el fantasma de la despoblación ha dejado los miembros de la Asociación Amas de Casa y Artetoca se han unido y presentado un proyecto para renovar las caras más tristes de la ciudad. 

Con paso de hormiga pero con las ideas muy claras los representantes de ambas agrupaciones briviescanas desarrollan su idea buscando colaboración. Consideraron que la parcela que en su día ocupó El Ventorro, una antigua venta que comenzó su andadura allá por 1820 y que fue testigo de grandes celebraciones, conciertos e historias de carretera hasta su cierre definitivo hace décadas, cumplía los requisitos para convertirse en un gran lienzo. Los propietarios aceptaron la propuesta y a partir de ahí los promotores del proyecto se pusieron manos a la obra.

Buscan que a través del arte urbano y visualizando la pintura como un catalizador que pueda cambiar la estética de la ciudad, ofrecer un espacio para que artistas emergentes del colegio Mencía de Velasco y del Instituto La Bureba expresen sus sentimientos hacia su localidad. Y a pesar de que uno de los miembros de la asociación artística, Pedro Peña, haya esbozado algunas ideas para plasmar en las paredes, están abiertos a cualquier sugerencia que venga de los estudiantes.

Toya, presidenta de las Amas de Casa, asegura orgullosa que el plan tiene un «gran potencial» y valora que se expanda a otros rincones 'abandonados' de la ciudad. Confiesa que la gustaría ir «atacando a otras zonas» aunque se lamenta de que «no se pueda meter mano en el casco histórico», declarado Bien de Interés Cultural. No obstante, el primer paso, el más complicado, ya está dado. A partir de ahora solo queda actuar y dejarse llevar.

Pero los artistas no serán ellos, sino que los han buscado en las aulas. Todavía queda camino por recorrer y pactar algún acuerdo pero la intención es que en el horario en el que se imparte la asignatura de plástica dibujen y pinten a escala 1:10. El Ayuntamiento briviescano se encargará de preparar la pared para facilitar el trabajo de los artífices. 

Los bocetos que en un principio pretenden plasmar en los muros del Ventorro representan las Cortes que se celebraron en la ciudad en 1387, la visita del por aquel entonces Príncipe de Asturias y ahora Rey de España Felipe VI en el 600 aniversario del histórico momento, y lo que significó para los briviescanos el local, siempre repleto de gente y con música. El mural ocupará dos tapias completas aunque habrá posibilidad de ampliarlo, en caso de que acaben por surgir nuevas ideas.