El Ayuntamiento de Burgos, a través de la Sociedad Promueve, anunció hace unos meses la puesta en marcha de un programa de becas para premiar a los cien alumnos más brillantes de educación secundaria de los centros de la ciudad. Una iniciativa en la que los escolares se beneficiaban de un viaje en verano a un país europeo angloparlante para aprender el idioma. En un principio, debía ser una empresa la que organizara la iniciativa, pero en el proceso de licitación no ha habido participantes y la convocatoria finalmente ha quedado desierta.
Promueve destinó para esta acción 300.000 euros y lanzó la convocatoria a mediados de marzo. Lo que buscaba era que una empresa se encargase de organizar tanto los cursos de idiomas como los viajes a tres destinos: Reino Unido, Irlanda y Malta. Paralelamente, trató de coordinarse con la Junta de Castilla y León para obtener información de los mejores expedientes de los colegios e institutos de la ciudad para ofertarles los premios.
Ya en su momento, algunos grupos municipales plantearon serias dudas a este modo de ejecutar el programa de becas, especialmente a la hora de solicitar los datos de los estudiantes con mejores notas. El problema surgía por la dificultad de obtener dicha información sin vulnerar la protección de datos. Así pues, la Sociedad de Promoción envió a los diferentes centros educativos una misiva en la que solicitaba su colaboración para ponerles en contacto con los alumnos.
En dicha carta se informaba de que la Junta de Castilla y León había facilitado, para la articulación del concurso, «los contactos, el número total de alumnos por centro y un reparto de los premios». No obstante, la portavoz del Grupo Popular, Carolina Blasco, matiza que lo que la administración regional remitió fueron «datos en bruto de los mejores expedientes» y no más información precisamente para salvaguardar la ley de protección de datos. Pero advierte de que ni a los institutos ni tampoco a la Junta aportaron detalles concretos de cómo se iba a articular este programa.
«Ha sido una iniciativa que se ha llevado mal desde el principio. Se vendió hace más de un año a bombo y platillo pero se ha intentado elaborar a través de un contrato externo. Les ha pillado el toro y ha quedado desierto», critica la edil 'popular', quien califica todo este proceso de «chapuza administrativa».
Blasco considera que ese programa de becas de inglés a alumnos con los mejores expedientes se tendría que haber gestionado desde el Ayuntamiento, sin necesidad de acudir a una empresa externa. «Han buscado un subterfugio legal canalizado por la Sociedad de Promoción cuando todo este tipo de convocatorias tienen que articularse en base a la Ley de Subvenciones», defiende. Además, considera que previamente se tendría que haber consultado a la Junta de Castilla y León si ya plantea concursos de este tipo para evitar duplicidades y no para «solicitar datos de cara a vender que cuentas con el apoyo de esa administración».
El resultado de todo el procedimiento, asegura, ha sido un «desastre» porque no se ha querido contar con los demás grupos municipales. Y a la vista está, insiste, «que ninguna empresa ha mostrado interés en el tema».