Puede que sea casualidad y que los hechos no tengan relación entre sí. Lo cierto es que hace unos 10 días coincidieron prácticamente en el tiempo dos robos de perros de raza pastor alemán que se produjeron en fincas de los alrededores de Burgos. El azar roza el pleno, ya que los dueños a los que les han sustraído los animales se conocen y el modus operandi fue  muy similar en ambos casos. Y para rizar más el rizo, a la hora de buscar a estos ejemplares a lo largo y ancho de la provincia se han encontrado con personas a las que les han sucedido hechos parecidos. Sea como fuere, estos sucesos ya han sido puestos en conocimiento de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, aunque no han tenido noticias de las investigaciones.

La primera voz de alarma la dieron los propietarios de Ada, una perra de raza pastor alemán que desapareció de una finca ubicada en la carretera de Villayerno, a las afueras de la capital. Aseguran que fue un robo, aunque reconocen que las circunstancias fueron muy extrañas. La valla del exterior de la nave donde se encontraba el animal no estaba forzada ni rota, por lo que piensan que tuvieron que saltarla, coger al animal en brazos y llevárselo de allí realizando el mismo procedimiento. «Me parece muy raro que consiguieran hacerlo así porque la perra pesa 35 kilos y es muy nerviosa, pero no veo de qué otra manera pudieron hacerlo», explica Iván, su dueño. En cuanto notó su ausencia, él y su pareja empapelaron la ciudad con su imagen y no han dudado en desplazarse a otros pueblos para encontrarla.

Ha sido en esos desplazamientos cuando han sabido de los robos de otros perros, como el del un galgo en en Villayerno Morquillas. Además, a los pocos días, un amigo suyo, responsable del Centro Canino Las Damas de Rubena, sufrió también el robo de 4 cachorros de pastor alemán que también llevaron a cabo, según creen, saltando la valla. «Sospecho que quien lo haya hecho tenía controlados nuestros tiempos de entrada y salida, porque lo hicieron a mediodía, cuando no hay nadie, pero no deja de ser una hora muy rara», relata David, dueño de esta otra finca.

El valor de estos cachorros sin la documentación no supera los 200 euros, por lo que, considera el propietario, no tiene mucho sentido que se los hayan llevado por dinero. «O eso, o no tienen ni idea de perros», divaga. En cualquier caso, se han visto obligados a colocar alarma y cámaras de vigilancia.