400 alumnos de la UBU piden apoyo económico por la pandemia

B.G.R.
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El mayor número de renuncias ha sido por enfermedad y falta de medios técnicos. El alquiler o el regreso a España copan las ayudas

Jornada de bienvenida a los nuevos alumnos en septiembre del año pasado. - Foto: Patricia

Los estudiantes han respondido a los mecanismos activados por la UBU para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria. Así, un centenar de alumnos de grado y máster ha renunciado a la matrícula de 149 asignaturas de este segundo semestre de curso, lo que supone una cuantía global de 18.000 euros que se devolverá a los universitarios, mientras que la institución académica ha recibido ya 405 solicitudes para su convocatoria extraordinaria de ayudas por la covid-19, dotada con 100.000 euros y cuyo plazo de presentación finalizaba hoy.

Fue el pasado 4 de mayo cuando, después de haberse abordado el tema en el Consejo de Gobierno del 21 de abril, el rector, Manuel Pérez Mateos, publicó una resolución en la que abría un periodo de modificación de matrícula debido a las circunstancias excepcionales que se están viviendo. Las cifras revelan que los estudiantes que han optado por esta vía han anulado una o más materias justificando su decisión en los 5 supuestos que recoge la norma.

De esas 149 materias de las que ya no se examinarán este curso, 49 obedece a que el seguimiento de las mismas se ha visto afectado seriamente por enfermedad del estudiante o de un familiar. Otras 38 se han debido a dificultades para continuarlas de manera telemática. En este punto, la vicerrectora de Políticas Académicas, Begoña Prieto, aclara que en ningún caso esta justificación radica en que el profesor no cumpla con su labor académica, ya que de ser así «se abriría un expediente y no hay ninguno», sino en problemas técnicos como falta de conectividad. 

Además de las circunstancias anteriores, en 22 casos el motivo ha sido el aplazamiento de la presentación de trabajos de fin de grado o de máster debido al carácter experimental de los mismos, al igual que ocurre con otros 21 al tratarse de disciplinas prácticas que no se pueden impartir o evaluar de manera no presencial. Finalmente, la razón de los 19 restantes tiene que ver con contratos laborales del estudiante relacionados con la pandemia, la mayoría de alumnos de Enfermería.

Prieto considera que las cifras de anulaciones son «razonables y asumibles» y demuestran el seguimiento del curso por parte de los estudiantes. «El alumnado está avanzando con mucho esfuerzo», precisa, al tiempo que agrega que con esta posibilidad se les ha permitido «seleccionar» las materias en las que han querido centrarse.    

Fin del plazo. En línea con esos mecanismos activados por la pandemia, la UBU lanzó en abril una línea de ayudas en colaboración con el Banco Santander para atender distintas situaciones derivadas por la crisis. Hasta el momento y a falta de los datos de hoy, la institución ha recibido 405 solicitudes de alumnos, que reclaman 606 apoyos económicos. Los datos denotan las necesidades de los estudiantes en estos momentos y la principal, por volumen de peticiones cursadas, es la de paliar los gastos extraordinarios de alquileres de vivienda, con 197 y cuya cuantía a recibir asciende como máximo a 250 euros. Le sigue, con otras 114, la que tiene por objeto sufragar costes adicionales de desplazamiento derivados del retorno anticipado de los países de destino de estudiantes erasmus o del programa UBUGlobal, además de los que estaban participando en acciones de cooperación internacional. Aquí, el dinero a percibir es de hasta 300 euros.

Cien euros recibirían los que se beneficien de la línea para la adquisición de recursos tecnológicos o equipamiento, con 106 instancias, mientras que otras 109 se deben a «otras situaciones» provocadas por circunstancias personales en las que no se especifica el montante a ingresar. Las ayudas se completan con la financiación de  recursos para mejorar la conectividad a internet, que se han demandado en 80 casos con un apoyo de 20 euros al mes. 

Todas ellas tienen que estar resueltas antes del próximo 30 de junio, si bien fuentes de la institución académica aseguran que tratará de adelantarse esa fecha y «ser lo más ágiles posibles» a la hora de  contestar las solicitudes, valorando también las distintas situaciones que justifiquen la demanda de las mismas.