El Ayuntamiento de Ciruelos de Cervera ha hecho un llamamiento a todos los agricultores del municipio para que detallen las fincas municipales que están cultivando en estos momentos.
Todo ello, tal como recoge un bando firmado por su alcalde, Alfredo Alonso Martínez, para solucionar la multitud de "irregularidades" que se han producido "debido al paso del tiempo". Entre otras anomalías, el Consistorio indica que "hay fincas que no las trabajan las personas que las arrendaron y tampoco se sabe quién las lleva" en la actualidad. Así las cosas, a pesar de que han transcurrido más dos meses desde aquella petición, que continúa colgada en el tablón de anuncios, algunos labradores no se han dado por aludidos. De hecho, esta medida se tomó a raíz de un impago.
El objetivo del Ayuntamiento pasa por elaborar una relación detallada de los terrenos municipales que se presentan en la declaración de la Política Agraria Común (PAC), procedente de la Unión Europea, "para cotejarlas con los contratos" y después mandar dicha lista a la sección agraria de la Junta de Castilla y León "para que solamente tengan derecho al cobro de la PAC las fincas arrendadas", tal como reza el bando. Y agrega: "Si hay diferencias, se arreglarán y no haría falta la comunicación a la Junta".
En teoría, el Ayuntamiento debe sacar a subasta legalmente todas las fincas municipales, tal como explica Alfredo Alonso. Sin embargo, esta medida lleva sin aplicarse en Ciruelos al menos desde el año 2004. Hay una excepción: el Consistorio sí ha adjudicado en los plazos correspondientes una finca de unas veinte hectáreas, de las cuales 17 son de cultivo, en dirección Tejada, municipio colindante.
"Con el resto de terrenos, la situación es distinta. Hay algunos con contrato, agricultores que han dejado de cultivar algunas fincas, alguna persona que ha fallecido... Está todo un poco en el aire", asegura Alonso, al tiempo que reconoce que "el Ayuntamiento de Ciruelos no tiene constancia en estos momentos de cuántas fincas trabaja cada agricultor".
Al final, dice el alcalde, se trata de "poner los contratos en orden", ya que algunos son muy antiguos y se han ido prorrogando sin realizar las pertinentes subastas. Por si fuera poco, a ello se suma los múltiples cambios de secretario que la localidad ha sufrido en los últimos años. "La verdad es que está todo un poco confuso", remata.
Pero no sólo eso. También supone "una pérdida de ingresos para el Consistorio" y los pueblos pequeños, subraya Alonso, "no están como para perder recursos". Según los cálculos del regidor, estas fincas representarían en torno a un 10% del presupuesto anual, que ronda los 200.000 euros. Aunque será el Pleno quien lo tenga que decidir, lo más probable es que próximamente se saquen a subasta varios lotes.