La paradoja de vivir en la frontera

A.C.
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Villalba de Losa pide el mismo trato que Treviño, mientras los vecinos Valpuesta y San Zadornil pisan tierra vasca para casi todo

Los vecinos de San Zadornil, como los de Valpuesta, tienen las consultas de Atención Primaria en el Valle de Valdegobía y la atención hospitalaria en Vitoria (Álava). - Foto: DB

El alcalde de Villalba de Losa, José Losa Orive, se siente «castigado» por permanecer en fase 1 y ya va para tres semanas. Pero si por algo considera que su municipio está  discriminado es por realizar la desescalada al ritmo de Castilla y León cuando la mayoría de los vínculos laborales, educativos y sociales de su municipio miran hacia el vecino País Vasco. La localidad vizcaína de Orduña, a 18 kilómetros de Villalba, es el lugar donde muchos vecinos tienen a sus familiares. Abuelos que no pueden ver a sus nietos o parejas separadas están a la orden del virus. 

Losa Orive se mira en el espejo de Treviño y ha demandado al delegado territorial de la Junta, Roberto Saiz, que Villalba de Losa disfrute del mismo trato y avance en la desescalada sin fronteras con Álava y Vizcaya. Para el alcalde es «totalmente incongruente que un vecino de Aranda pueda hacer casi 200 kilómetros para llegar a Villalba y nosotros no podamos recorrer 18». Mientras tanto, se da la paradoja de que los vecinos de Villalba necesitan pisar suelo alavés si necesitan acercarse al hospital de Miranda. Pasando por el Valle de Valdegobia se son 36 kilómetros. Rodeando por tierras burgalesas subirían a más de 100.

En algunos lugares como los pequeños pueblos de la Jurisdicción de San Zadornil, o Valpuesta, perteneciente al municipio de Berberana, los vecinos no tienen más remedio que vivir en una constante excepcionalidad y pisar suelo vasco para ir comprar alimentos básicos o acudir a una entidad bancaria, dado que vayan donde vayan deben pasar por territorio ‘prohibido’. Si eligen los pequeños comercios de Valdegobía ya están en suelo alavés y si viajan a Miranda de Ebro, es imposible evitar el paso por Álava. Para más contradicción, sus consultas médicas de Atención Primaria se encuentran en el Centro de Salud de Valdegobia (Álava) y su hospital de referencia en Vitoria, pero a efectos de desescalada avanzan al ritmo de la Zona Básica de Salud del Valle de Tobalina, en el caso de San Zadornil, y de la Zona Básica del Valle de Losa, en el de Berberana y Valpuesta. Pese a ello, el alcalde de San Zadornil, Lucio Bodega, no se queja y asume la singularidad de su municipio, donde la Guardia Civil ha permitido a los vecinos atravesar las fronteras autonómicas, siempre con una causa justificada.

La península de suelo burgalés en la que se encuentra Valpuesta también obliga a pasar por Álava para cualquier movimiento. Como en San Zadornil, no hay ni un solo comercio, lo que obliga a realizar desplazamientos bien a Valdegobia o Miranda. Su alcalde, Koldo Usin, admite que la alerta sanitaria está creando «paradojas de difícil solución», pero encuentra muy difícil donde establecer el límite, si se le pregunta por su deseo de equipararse al vecino País Vasco. Cuando el Valle de Losa, la zona básica de salud de Valpuesta para desescalar, entró en fase 1, los vecinos alaveses seguían en la 0. Ahora ellos navegan en la 2 y Valpuesta permanece en la 1. En cualquier caso Usin  ya se ha acostumbrado a expedir certificados que ayudan a los vecinos a sortear la excepcionalidad, dado que hay quienes aún conservan en su DNI datos del antiguo domicilio del País Vasco, pero residen y están empadronados en Berberana o Valpuesta y necesitan justificantes de donde está su casa cada vez que viajan a Euskadi a trabajar. Paradojas de la frontera.