Aunque el origen del cinturón verde de la ciudad data del año 1934 (momento en el que se firmó un convenio con la Confederación Hidrográfica del Duero), fue en 1956, en tiempos del exalcalde, Mariano Jaquotot, cuando se dio un impulso definitivo para la creación de ese gran pulmón que rodea el núcleo urbano de la ciudad. Cuentan que casi 2.000 jornaleros estuvieron durante un par de inviernos plantando pinos a mano y de esa fecha es el momento en el que se decidió repoblar el Cerro del Castillo (entonces terrenos baldíos) y transformar su imagen para siempre.

Han sido numerosas, cuantitativa y cualitativamente, las plantaciones de especies que se han realizado a lo largo de las últimas décadas pero ha llegado el momento en que el Ayuntamiento se ha quedado ya sin superficie para ampliarlo. Por ese motivo, el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, adelanta que el equipo de Gobierno planea la compra de suelo, aunque se desconoce cuál será ubicación escogida.

No hay una preferencia clara y lo que se estudiarán son aquellos lugares donde puede resultar más factible la adquisición de terrenos. Podría ser cerca de Villafría o Cótar, Cortes, por Villatoro... Todos los escenarios están abiertos.

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