Herbicida cívico contra la basura que echa raíces

P.C.P.
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Enrique Yuste, uno de los muchos ciudadanos que participará mañana, sábado, en la recogida de 'basuraleza', reclama a las administraciones que se impliquen en la limpieza y en incentivar el voluntariado

Enrique Yuste dio aviso a Medio Ambiente en 2019 del hallazgo de este coche abandonado en Rubena. Ahí sigue. - Foto: Jesús J. Matías

Si hoy día Pulgarcito quiere marcar el sendero para regresar a casa, le será mucho más fácil. Nada de migas. Microplásticos de todos los colores, cajetillas de tabaco, mascarillas, latas y hasta las tripas de una tele le servirán de guía. Nada que los pajaritos puedan engullir, de momento. Porque lo que ahora se ve, dentro de unos años acaba bajo la toalla de la playa, tan fino que ya no se puede recoger, tan peligroso que puede matar.

A los niños no hay que prevenirles contra el ogro, sino el cambio climático. Hoy se escriben cuentos como las Historias de Emma, una serie de relatos gratuitos que entre otros temas enseñan a los pequeños a recoger basuraleza. Una historia que se escenifica mañana sábado en muchos lugares de toda España, de la mano del ProyectoLibera, que desde 2017 impulsan SeoBirdLife y Ecoembes.

En Burgos están programadas más de una docena de actuaciones para retirar basura de montes y ríos. Algunas no admiten voluntarios, como la que han organizado los militares de la USBA Cid Campeador en el campo de maniobras de Matagrande de la base de Castrillo del Val. Pero otras sí. A la recogida organizada por la asociaciónMataloyo en Piedrahita de Muñó, un pequeño pueblo atravesado por el río Pedroso y cercano a Salas de los Infantes, se ha apuntado Enrique Yuste. Para él no será muy diferente a cualquier otro día de paseo por el campo.«Siempre voy con una bolsa o con un saco y vuelvo con el maletero lleno» y con la pena de dejar atrás todo lo excesivamente voluminoso o los residuos de los que un particular no se puede hacer cargo, como restos de fertilizantes, neumáticos...

El cementerio de los cubos de pintura. El cementerio de los cubos de pintura. - Foto: Jesús J. Matías

En Rubena, cerca de un alto desde el que se divisan los montes de Pancorbo y, en los días más claros, territorio alavés, echa raíces un coche abandonado. Casi con toda seguridad, lo subieron hasta las antenas de telecomunicaciones y desde allí le dejaron caer, ladera abajo.El morro sigue apoyado contra un tronco, las puertas se han desgajado del armazón, al igual que otras piezas, desperdigas por la naturaleza.

Enrique lo encontró cuando paseaba con su sobrino, en el otoño de 2019. Lo más cómodo hubiera sido mirar para otro lado, tomar otro camino, esperar a otro vecino. Pero quisieron ser consecuentes con su creencia de que «la huella que dejamos en la naturaleza se puede corregir» y recurrieron a quien lleva implícito en el título la obligación de hacerlo: el Servicio Territorial de Medio Ambiente.

A priori resultaba muy sencillo. Enrique facilitó el número de bastidor, la matrícula y las coordenadas de la localización exacta del coche. Tras varias llamadas telefónicas envió un correo electrónico. Casi un año después, se interesaba en otro mensaje por las acciones realizadas tras el hecho notificado. «¿Se ha retirado el vehículo?», preguntaba, a sabiendas de que nadie lo había hecho.

Ese coche que ha echado raíces simboliza la «inacción de las administraciones», que a juicio de Yuste deberían «trabajar mejor y más rápido» en pro del medio ambiente. «Existen miles de ejemplos» y enumera los cubos de pintura abandonados a solo unos metros de esas antenas, a la sombra de unas encinas, otro coche en San Adrián de Juarros, una pila de neumáticos en el campo visual de la bella iglesia de Huidobro. «Muchos de los vertidos son visibles con solo consultar el Google Maps», pero solo para los ojos que quieren ver.

«Prefiero ir una mañana a recoger plásticos por el monte que tratar con ellos», confiesa desesperado Enrique Yuste, que si bien rehuye el protagonismo, considera necesario y urgente implicarse y no sabe cómo estimular conciencias.«El voluntariado debería fomentarse, se podría hacer más», afirma este colaborador del Aula de Medio Ambiente de la Fundación Caja de Burgos, que el sábado volverá a casa con la mochila llena. «Solo hace falta traernos un poco más de lo que llevamos», insiste. La pena es que no cabe un coche.

Mapa del Proyecto Libera. Asociaciones, grupos de acción local y particulares han programado recogidas este sábado en la provincia, con motivo de la jornada que se desarrolla de manera coordinada en toda España.
Adeco Bureba coordina las actuaciones en Poza de la Sal, Lermilla y Villanueva Soportilla, que comenzarán a las 10 horas.
Neila. En la Casa del Parque de las Lagunas, a las 17 h.
Soto de Bureba. Una vecina se ha animado a organizar una recogida, a partir de las 10.
Piedrahita de Muñó. Los integrantes de la Asociación Mataloyo aceptarán encantados colaboración.
Cerradas. Hay otras acciones que no están abiertas al voluntariado o que requieren inscripción previa, como la de la USBA Cid Campeador en Castrillo del Val, Crocus SC en el Comunero de Revenga y la Asociación Parajeriteros de Sedano.
Burgos ciudad. El Ayuntamiento de Burgos, UBUVerde  y Cruz Roja en diversos parajes como elCastillo.