Sorpresa e indignación es lo que sintieron en la mañana de ayer los abrigados caminantes que pasaron por la mañana por el céntrico Paseo del Espolón de Burgos y se toparon con varias ramas de plátanos de sombra en el suelo a la altura de Chocolatería Ibáñez. Y más al ver que habían sido rotas por un camión con grúa de recogida de contenedores.
Se supone que el profesional del volante conoce las dimensiones de su vehículo y es capaz de advertir la altura del ramaje del espectacular arbolado del Espolón, razonaban varios viandantes, algunos de los cuales echaron mano de sus móviles para retratar tan desagradable e inusual escena.