El Círculo BigMat acaba asfixiado

A.I.A.
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El equipo del Laskorain doblega a los jugadores de Raúl Zamora y da un lección de juego agresivo en el Pabellón Círculo (1-4)

Tan solo cuatro puntos de ventaja para caer en la zona de descenso. Un renta pobre para un Círculo BigMat asfixiado por las ausencias y por el juego presionante de un aguerrido Laskorain. La imagen que ofreció el equipo de Raúl Zamora fue excesivamente pobre. No supo despojarse del juego agresivo y eficaz de los vascos, a pesar de contar con el apoyo de la afición.

El encuentro con el bloque donostiarra estaba marcado en rojo para los burgaleses. Un rival directo y en casa exigía una victoria para empezar a remontar. Sin embargo, el rojo de la esperanza se tiñó en rojo de peligro. Encajó una abultada derrota, que agrava aún más su delicada situación en la clasificación.

Con solo diez hombres, el Círculo BigMat no pudo aplacar la ambición del Laskorain, que salió muy intenso, presionando en el campo contrario y no permitiendo que los burgaleses realizaran un paso certero. A los pocos segundos de iniciarse el encuentro ya avisaron de su peligro con un balón de Gaba que chocó contra el travesaño. Asfixiaron el juego de los anfitriones y a los cinco minutos su intensidad dio fruto con un gol de Beñat. Un tanto que no aminoró la intensidad del Laskorain, que prosiguió con su recital de juego presionante, cerrando bien sus líneas y, sobre todo, quebrando cualquier atisbo de reacción burgalesa. 

En el ecuador de la primera mitad pudieron sumar varios goles más. Fue un constante acoso a la portería, defendida ayer por Carranza. Eñaut, Iker y Joaristi dispusieron de ocasiones claras. Su insistencia terminó con el segundo gol de Joaristi. Muchas ocasiones, buenos disparos y el control del juego frente a dos oportunidades del Círculo BigMat, que salieron de las botas del capitán Fer.

Con este resultado se llegó al descanso. Se esperaba una reacción de los burgaleses, aún sabiendo lo difícil que lo tenían los hombres de Raúl Zamora, que una jornada más estaban en cuadro. No hubo tiempo para la reacción pues a los dos minutos de iniciarse la segunda mitad, Haritz anotó el tercero. Con esta ventaja, los vascos cambiaron el juego. Se encerraron atrás, con la atención puesta en robar el balón y armar un contraataque. Círculo BigMat jugó más cómodo, con mayor control del balón pero todas las ocasiones terminaban en las manos de Aitor o eran disparos al cielo. No era el día de los castellanos. 

Acudieron a la épica con el portero-jugador durante los últimos siete minutos pero el balón no quiso entrar. Al contrario, encajaron uno más y salvaron la honrilla con un lanzamiento de doble penalti de Rodri Ercilla. Un 1-4, para terminar derrotados y exhaustos.