La escena demanda funciones para reactivarse

I.L.H.
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Once compañías trasladan al IMC sus necesidades y propuestas para reencontrarse con el público cuanto antes

Once compañías trasladan al IMC sus propuestas para reencontrarse con el público. - Foto: Patricia González

Once compañías profesionales de artes escénicas de Burgos han creado un documento de trabajo para estudiar el modo de reencontrarse con el público cuanto antes. Sus impresiones, necesidades y propuestas se las han trasladado al Instituto Municipal de Cultura y al alcalde, Daniel de la Rosa, con una petición principal sobre la mesa: las ayudas vienen bien y se agradecen, pero no quieren vivir de las subvenciones; lo que demandan principalmente es trabajo. «Eso nos lo han dejado muy claro. Están en una situación precaria, como otros sectores, y lo que quieren es vivir de su trabajo», resume Nuria Barrio, presidenta del IMC.

La propuesta presentada por Arawake, Ballet Contemporáneo, Bambalúa, Jean Philippe Kikolas, Kicirke, Margarito y Cía, Las Pituister, Ronco Teatro, Atópico, La Sonrisa y Tiritirantes pasa por implantar medidas urgentes relacionadas con el protocolo sanitario para espectáculos en la calle; mantener los presupuestos en Cultura; dar prioridad a la contratación de empresas de artes escénicas burgalesas, fomentándolo también de cara a 2021 y años sucesivos; crear una programación específica en verano y otoño y crear espectáculos para estas circunstancias; recuperar las ayudas a la producción, y que la contratación se haga por medio de cachés, entre otras.

«Ha sido una reunión interesante y hemos encontrado una buena predisposición. Desde el Ayuntamiento comprendemos su situación, sin actividad y sin ingresos desde hace tiempo, y compartimos la mayoría de propuestas y necesidades que plantean», sostiene la concejala socialista.

La plataforma, abierta a la incorporación de otras compañías, ha propuesto también crear una programación estival en diferentes espacios de la ciudad, como patios de colegios, el jardín escénico de la antigua estación o el monasterio de San Juan. También plantean crear un circuito de verano para actuar en los barrios, acciones para promocionar el pequeño comercio local, intervenciones en la ciudad con espectáculos itinerantes o cabalgatas móviles e incluso rutas o actuaciones educativas específicas vinculadas a informar sobre la covid-19. «Coincide con las líneas de trabajo que estamos realizando de cara a crear una programación estival y hemos quedado que trataremos de incorporar lo que proponen en el calendario cultural de los meses de julio, agosto y septiembre», resume Nuria Barrio.