Tras la euforia que generó el anuncio de cantidades millonarias de fondos europeos para nutrir el Plan de recuperación, transformación y resilencia con el que el gobierno central quiere volver a tejer los rotos que la pandemia ha dejado en la economía y afrontar el reto demográfico, el alcalde de Medina de Pomar, Isaac Angulo, se muestra pesimista y muy crítico. El motivo es que uno de los programas más importantes de ayudas, dado que podrían llegar a cubrir el 85% del coste de las inversiones e incluso el 100%, el DUS 5000, se dirige a municipios de menos de 5.000 habitantes y Medina queda fuera porque ronda los 5.800.

Esta línea de ayudas para «municipios de reto demográfico» si beneficiará a los que aún superando los 5.000 habitantes, tengan todas sus localidades por debajo de esta cifra, pero en el caso de Medina de Pomar, la ciudad roza los 5.200 habitantes, mientras que los 600 restantes se reparten por las 19 pedanías, por lo que nuevamente incumple las bases.

Angulo ve «ilógico» que se deje fuera a municipios como Medina de Pomar, «sin valorar su contexto comarcal que es un desierto demográfico con apenas 7 habitantes por kilómetro cuadrado». Para el regidor, «no es lo mismo sumar más de 5.000 habitantes en un ámbito rural alejado de las ciudades como el nuestro, que en los cinturones cercanos a las capitales», por lo que considera que se está tratando al municipio injustamente. Ha trasladado su malestar a responsables del gobierno central, critica que «en Madrid no conocen nuestra realidad» y lamenta que «no se hayan tenido en cuenta los habitantes por kilómetro cuadrado o el número de pedanías, porque Medina merece esas ayudas».

Angulo resta relevancia a otras líneas de ayudas, a las que Medina si podría optar, pero que apenas cubren entre el 20 y el 50 por ciento de las inversiones, lo que en el caso de grandes proyectos con elevado coste, «se queda escaso», a su juicio. El alcalde medinés confiaba en poder afrontar con ayudas europeas la creación del distribuidor de calor con biomasa que combinado con placas solares fotovoltaicas redujese el elevado consumo energético de las piscinas climatizadas, los dos edificios del colegio San Isidro y el polideportivo municipal. Este proyecto se acerca a un millón de euros.

Asimismo, perseguía lograr una ayuda europea para recuperar el antiguo almacén municipal de la calle Castilla La Vieja, cercano al ferial, y convertirlo en un auditorio y edificio de usos múltiples que tanto precisa la ciudad, dado que carece de teatro y cine, entre otros servicios culturales. Su presupuesto sube a 2 millones. El Ministerio para la Transición Ecológica señala que «el programa DUS 5000 busca dar un impulso al desarrollo urbano sostenible, en los municipios de reto demográfico, mediante actuaciones que constituyan proyectos singulares de energía limpia como por ejemplo proyectos de eficiencia energética en edificios e infraestructuras públicas, de fomento de las inversiones verdes y, en particular, del autoconsumo». Para Angulo, la rehabilitación del almacén para convertirlo en un edificio de consumo energético cero hubiera podido encajar en esta línea.