Burgos pierde en 11 meses 371 pensionisas mayores de 80 años

G. ARCE
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Pese la incidencia extraordinaria de la mortalidad por la covid, la nónima mensual de las pensiones del colectivo de los más ancianos sigue en aumento y supone 25 millones de euros

Burgos pierde en 11 meses 371 pensionisas mayores de 80 años

La catástrofe sanitaria de la covid también está teniendo un reflejo extraordinario en los balances de la Seguridad Social en Burgos. Por primera vez desde la puesta en marcha del sistema público de pensiones, el envejecimiento de la población se ha congelado en el rango de edad de los más ancianos y su número desciende significativamente en los últimos nueve meses. Son, de acuerdo a los últimos datos de noviembre, 371 pensionistas de 80 años o más los que han desaparecido, rebajando el número de perceptores dentro de este rango de edad por debajo de las 26.000 personas que se alcanzaron el pasado año.

La Tesorería de la Seguridad Social es un testigo silencioso de las consecuencias más graves de la crisis. Cada fallecimiento en una residencia de mayores, un hospital o un hogar activa de inmediato el proceso informático de baja y la gestión de la última pensión que percibirá el finado, más en concreto sus herederos. Se cobra, en este sentido, el mes entero (se haya fallecido el día 1 o el 31) y se incluye en la última nómina la parte proporcional de las pagas extraordinarias que corresponden.

El año pasado fueron 3.715 bajas las tramitadas en Burgos (2.326 de jubilados y 1.201 de viudedad). A falta de conocerse los datos de diciembre, este año se espera que sean unas cuantas más.

Solo en el mes de noviembre, en el que ha arreciado la segunda oleada de contagios y sus trágicas consecuencias, se han perdido 162 pensionistas ancianos con respecto al mismo mes del pasado año. En este caso, han sido mayoritariamente hombres:156 ancianos frente a 9 ancianas.

Pese a ello, el número total de pensionistas en nómina en Burgos (desde los 60 años a los que superan los 85) crece por las 426 altas de mujeres al sistema y se sitúa en 59.446. En todas las franjas de edad hay una evolución positiva salvo cuando se llega a la de 80-84 años y más de 85.

efecto sustitución. Por de pronto, la nónima de pensionistas mayores de 80 años -la más castigada por la mortalidad- se ha rebajado a 25.814 personas. Se ha roto la tendencia que se registraba los últimos veinte años pues el número de ancianos se ha duplicado desde 2005 y no había dejado de crecer anualmente hasta la llegada del coronavirus.

Hasta noviembre han desaparecido 208 ancianas y 163 ancianos, cifras que reflejan una mayor población pensionista femenina  (15.105) que masculina (10.709), reflejo a su vez de que la esperanza de vida de ellas es hasta cinco años superior a la de ellos.

Pese a este fenómeno demográfico extraordinario, la nónima que cobran al mes los jubilados mayores de 80 años sigue creciendo. Son casi 25 millones solo en la provincia de Burgos (24.976.560 euros), 344.297 más de los que se gastaban a fecha de noviembre de 2019.

La razón por la que menos pensionistas cobran más se achaca al denominado ‘efecto sustitución’. «Se están extinguiendo pensiones de jubilación y de viudedad mínimas, de 500 o 600 euros, y se incorporan las nuevas que pueden alcanzar los 1.300 o los 1.400 euros al mes», explica Luciano Galindo, jefe de la Tesorería de la Seguridad Social.

Curiosamente, la nómina en las mujeres crece en 126.000 euros (casi 13 millones) y la de los hombres dobla esa cantidad:218.000 euros (12 millones). Ellas perciben mayoritariamente las pensiones de viudedad, de menor cuantía, y ellos siguen acaparando las de jubilación porque atesoran más años de carrera de cotización en sus trabajos.