A furgoneta por día

A.C. / Medina-Villarcayo
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La difusión en redes sociales y la actuación de la Guardia Civil han servido para detener dos días seguidos al mismo sujeto en Gayangos y El Berrón tras robar dos transportes y un turismo, el domingo en Medina y este lunes en Villarcayo

Aparcó la furgoneta robada el lunes en Villarcayo cerca de donde la sustrajo. - Foto: DB

Las redes sociales cada vez estrechan más el cerco de quienes atentan contra lo ajeno y más cuando los delitos se cometen en un entorno rural, donde hay más cercanía entre los vecinos y las caras desconocidas enseguida llaman la atención. Gracias a ellas y a la rápida actuación de la Guardia Civil fue posible interceptar el domingo en Gayangos a un sujeto que apenas dos horas antes había sustraído la furgoneta de una panificadora en la avenida de Bilbao de Medina de Pomar. Al día siguiente, después de que el Juzgado de Villarcayo le pusiera en libertad provisional tras tomarle declaración, repitió fechoría y por partida doble, pero esta vez, en Villarcayo. Hacia las dos y media de la tarde ya estaba de nuevo esposado, esta vez algo más lejos, en la estación de servicio de El Berrón, en el Valle de Mena.

Uno de los operarios de Panificadora Medinesa fue la víctima de este ladrón de furgonetas el domingo a las nueve de la mañana. Entró en una conocida pastelería de la avenida de Bilbao a dejar el pan y cuando salió el vehículo, que tenía las llaves puestas, se había esfumado. De inmediato, uno de los hijos de Tomás Javier Fernández, propietario de la empresa, comenzó a mover la imagen del vehículo por las redes sociales y todos sus grupos de amigos de WhatsApp. Asimismo, presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil.

Hacia las once de la mañana, un conocido de la familia vio la furgoneta en Gayangos y como al volante iba un desconocido. Su intento por sacar partido a la carga que llevaba le llevó incluso a vender alguna barra de pan a los vecinos que, ajenos a lo ocurrido, pensaron que era el nuevo panadero. Se atrevió incluso a entrar en un bar de la localidad montijana a ofrecer pan, pero su dueña no se fió de su aspecto y prefirió no comprarlo.

El vecino que si se percató de que era el ladrón, al conocer la noticia por Facebook, le llamó de inmediato la atención, diciéndole que conducía una furgoneta que no era suya. El ladrón decidió abandonarla y salir corriendo. Se dio aviso a la Guardia Civil y fueron los agentes quienes localizaron y detuvieron al sujeto en la localidad con ayuda de quien lo había identificado. Se había llevado también el dinero que había en ella y la cartera y el móvil del empleado, objetos que recuperaron los agentes.
A unos metros del Juzgado. Tras pasar la noche en el calabozo y ser puesto este lunes a disposición judicial, prestó declaración y fue puesto en libertad. Apenas anduvo unos pocos metros desde el Juzgado de Villarcayo hacia la salida del pueblo por la calle San Roque hasta toparse con otra furgoneta, esta  vez de la tienda de Electrodomésticos El Sol. Apenas una hora después era localizada «perfectamente aparcada» en la calle que va del Soto a las piscinas de Villarcayo, como contó su dueño, Javier Maté, quien también pidió ayuda por las redes sociales. En este caso, no faltaba nada en la furgoneta, que momentos antes estaba aparcada frente al negocio con las llaves puestas porque se disponían a cargarla.
Por qué dejó allí el vehículo es una incógnita. Quizás pensó que la rotulación de la furgoneta era muy llamativa y prefería pasar más desapercibido. Lo que se llevó fueron sus llaves, que no han aparecido, quizás ante la posibilidad de cogerla de nuevo si no encontraba nueva víctima. La halló, porque hacia las dos y media de la tarde fue detenido por segunda vez en dos días a la altura de la estación de servicio de El Berrón, ya en el Valle de Mena, esta vez con un coche verde, según explicaron testigos a DB. La Guardia Civil desplegó un amplio dispositivo de búsqueda que logró dar con el ladrón nuevamente.