El UBU San Pablo afronta un mes de diciembre crucial. En solo 18 días se deberá disputar 5 partidos entre los que se encuentran los aplazados ante el Atlético Novas y el Barcelona B, primero y segundo en la tabla clasificatoria. Las aspiraciones de la escuadra rojinegra en esta temporada quedarán definidas una vez que pase este intenso calendario.

La acumulación de partidos no será el único aspecto al que los locales deberán hacer frente, sino que también tendrán tres largos viajes. El próximo martes jugarán en Pontevedra contra el Novás, el sábado deberán desplazarse hasta Ibiza para jugar ante el Eivissa, mientras que el 19 de diciembre viajarán hasta tierras gerundenses para medirse al Sarriá. El conjunto burgalés recorrerá más de 3.680 kilómetros en estos días.

El equipo se siente preparado para superar con nota este reto después de tener que parar dos semanas debido al protocolo sanitario. Tras el parón perdió en Alicante, aunque el pasado fin de semana se impuso en El Plantío al Lalín, donde mostró cierta mejoría.

Alberto González Pinillos, capitán del equipo, apuesta por afrontar «al máximo» esta sucesión de enfrentamientos. «Estos 5 partidos nos van a decir dónde vamos a estar en la Liga. La igualdad es máxima y dependiendo de lo que sumes te puedes meter arriba o caer a la zona baja. Llevamos tiempo trabajando de continuo y más o menos estamos rodados. Además, la derrota en Alicante hizo que nos pusiéramos las pilas», comenta.

Cree que al equipo aún le falta «un poco» para alcanzar el nivel físico que exhibió antes de que tuviera que detener su actividad. «Lo bueno es que tenemos interiorizado el modelo de juego, porque eso no se olvida.  Ahora llevamos un mes seguido entrenando y no tenemos el estado de forma que cuando paramos, pero estamos preparados para afrontar lo que nos viene», asegura.

Sabe que no les queda otra que «adaptarse», ya que es imposible predecir lo que sucederá la semana que viene. Acepta esa incertidumbre, aunque también señala que deben poner el cien por cien de lo que esté en sus manos. «Cada partido hay que jugarlo como una final, porque nunca se sabe si  vamos a tener que parar después. En cada encuentro nuestro objetivo es conseguir los 2 puntos y confiar en que no suceda ningún imprevisto», explica.

No quiere hablar de objetivos concretos y afirma que la meta del UBU San Pablo es «competir en todos los partidos, que creo que lo estamos consiguiendo». «Tenemos ambición y un estilo de juego muy alegre en el que tratamos de correr todo lo que se pueda. Al final los resultados nos marcarán dónde estaremos en la tabla. Podemos aspirar a todo, aunque en el momento que nos relajemos también nos podemos meter en los puestos de abajo», responde el capitán.

El partido del Teucro (este sábado, 18.30 horas) es la siguiente parada para el conjunto que entrena Nacho González. Al cuadro gallego le ganaron en la primera jornada liguera, aunque Pinillos advierte de que su rival «ha evolucionado». Ha sido capaz de empatar al Atlético Novás, actual líder, por lo que vaticina un partido «difícil», aunque también asume que el único objetivo jugando en casa es «la victoria».

Lamenta que no pueda acudir público, «porque su ayuda se nota». «Intentamos trasladar ese ánimo desde el banquillo en los partidos a puerta cerrada. No es lo mismo, pero algo ayuda. Jugamos en nuestro pabellón y creo que haya espectadores o no es también un punto a nuestro favor», concluye Alberto González Pinillos.