Nueve meses, como un embarazo. Ese es el tiempo que lleva terminado el polideportivo de Cogollos. Fue en diciembre del pasado año cuando se culminaba la ejecución  de esta gran infraestructura deportiva tras más de siete años de obras, aunque desde entonces permanece cerrado por la falta de accesos en esa zona. 

El comienzo de las obras de urbanización de la totalidad de ese  barrio, entre las calles La Serna y Polideportivo, por una parte, y la  Avenida de Burgos, por otra, abre las puertas a la apertura de la instalación deportiva de cara al próximo verano, que esperan con ganas no solo los vecinos de Cogollos sino muchos residentes de la capital y pueblos del entorno ante los que se extiende un nuevo abanico de posibilidades para la práctica de distintas disciplinas deportivas. El alcalde de la localidad, Félix Tejero, espera que no surjan complicaciones en las obras «porque el polideportivo tiene que estar abierto en el verano de 2023», dice tajante,  aunque el equipo de Gobierno aún no ha decidido como se va a gestionar su uso; lo que sí tiene claro Tejero es que abrirá la posibilidad, más allá de los vecinos del pueblo, a clubes, sociedades y equipos deportivos foráneos descongestionando así otros espacios deportivos del Alfoz de Burgos. 

En cuanto al proyecto de urbanización no solo posibilitará esos accesos al polideportivo, sino que supondrá un cambio radical de la zona, con la apertura de nuevas calles, la construcción de aparcamientos, zonas de ocio, espacios ajardinados y una novedosa estética que por las condiciones singulares y en pendiente del amplio terreno sobre el que se actúa, nada tiene que ver con el diseño de cualquier otra zona de la localidad.     

La inversión, superior a los 500.000 euros, también pone de manifiesto la complejidad de su ejecución, la amplia superficie sobre la que se actúa y el vanguardista diseño planteado. 

Así, al tratarse de una zona en desnivel de unos 6 metros, se trata de salvar este para acceder a la calle de acceso al cementerio. La solución por la que se ha optado es la construcción de un muro de contención, por una parte, y a partir de ahí ir superponiendo varios niveles de escaleras, y al acabar cada tramo zonas de descanso, conformado así una especie de balcones ajardinados. Además, el proyecto contempla la iluminación soterrada de led en las propias escaleras, además de la instalación de farolas para la iluminación general.   

En la parte superior del polideportivo se abre una calle de nueva construcción, pero igualmente se urbanizan con nuevo pavimento y aceras las vías existentes como las llamadas calle del Polideportivo y La Serna, la Avenida de Burgos, La Torre y El Castillo, en las que se aprovecha que se levantan para instalar nuevas tuberías. 

Se dotará al entorno de dos párking, con un total de 20 plazas, uno para dar servicio al propio polideportivo y por el que se accederá a este en llano, y el otro al cementerio. También por la calle Polideportivo hay un acceso a este en rampa para minusválidos.

Los 526.000 euros que cuesta la obra, están financiados con cargo al propio Ayuntamiento y a Planes Provinciales de la Diputación; en este caso, unos 80.000 euros correspondientes a este año 2022.

Por otra parte, en el otro extremo de Cogollos, en la llamada era de Santa Marina, el Ayuntamiento está construyendo una segunda zona deportiva. Se trata en este caso de una pista, que a lo largo tendrá un campo de futbito y a lo ancho, dos de baloncesto. Se completa con una zona verde y de recreo, con mobiliario urbano. Esta obra está presupuestada en 190.000 euros.