Sin tiempo para analizar el empate contra el Mallorca, el Mirandés trabaja ya con la mente puesta en el Espanyol. Y es que los rojillos se medirán mañana al líder.
Los catalanes son el equipo con más potencial de toda la categoría porque su presupuesto ronda los 50 millones de euros, es decir ocho veces más que el dinero que tiene para gastar el Mirandés. Además, en las primeras jornadas está demostrando que no le pesa el cartel de favorito y que se ha adaptado rápidamente a la categoría. De hecho, en Vallecas encajó su primer gol en contra y sufrió la primera derrota de la temporada.
Para la cita en el estadio de Cornellá el Mirandés no podrá contar con Moha y Víctor Gómez, futbolistas cedidos por el Espanyol y que tienen en su contrato la conocida como cláusula del miedo que les impide enfrentarse a sus excompañeros.
Este tipo de práctica muy extendida en el fútbol español, surgió a raíz de que futbolistas que no tenían sitio en las plantillas de los grandes, firmaran notables actuaciones en los partidos contra los equipos que les pagaban aún parte de la ficha.
Aunque la FIFA prohibe estas cláusulas, los clubes suelen incluir otra que exige una compensación económica elevada en caso de que se decida alinear al jugador cedido, lo que disuade a la mayoría de equipos de hacerlo por no poder asumir el coste.
Las ausencias de Víctor Gómez y Moha trastocan los planes de José Alberto ya que ambos han tenido mucho protagonismo en las primeras jornadas. El lateral derecho incluso ha sido decisivo en algunos partidos, como en Sabadell, donde dio una asistencia y marcó un gol. Por su parte Moha ha sido titular en todos los encuentros menos en el disputado este domingo, cuando saltó al campo ya en los minutos finales para intentar aportar frescura al ataque.
La cantera periquita siempre ha sido una de las más prolíficas del país. Por eso el Mirandés se fijó en los descartes del Espanyol a la hora de solicitar futbolistas a préstamo y además de los dos que llegaron, también sonó el mediapunta Melamed (...).
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