El estacionamiento invernal del polígono de Villalonquéjar acogió ayer las primeras actividades del Congreso de Nuevas Tecnologías en los Accidentes de Tráfico, que organiza el Ayuntamiento de Burgos y la Policía Local.
A las 19 horas tuvieron lugar los crash-test, esas pruebas de choque en las que se mide la resistencia de los materiales de los coches a los impactos. Con anterioridad, el ingeniero Tomás Calles disertó en ese mismo lugar sobre el funcionamiento de airbags y cinturones de seguridad.