Una infraestructura recién construida y sin ningún tipo de congestión de tráfico. Rectas interminables sin tener que calcular cuándo viene el siguiente tren y a qué hora pasó el anterior. Y encima cerca de su base de mantenimiento. Suena ideal para convertirse en banco de pruebas de la alta velocidad ferroviaria, y en eso parece haber pensado Renfe con la línea Venta de Baños-Burgos.

La operadora confirma que próximamente pretende realizar circulaciones con la nueva serie 106 de Talgo, los bautizados como ‘Avril’, que presumen de ser el modelo más moderno y veloz de la flota española y que tendrían sus talleres y cocheras en Valladolid.

Este material ferroviario está capacitado para adaptarse a los diferentes anchos de vía de la red patria (el europeo por el que circula el AVE es diferente al clásico peninsular), lo que permitirá su explotación en líneas donde se mezclan tramos de alta velocidad con tramos convencionales. 

Las últimas previsiones de Talgo pasan por que su futuro modelo estrella empiece a operar comercialmente a finales de 2021, así que tiene tiempo de sobra para realizar las pruebas en la línea burgalesa.

Los ‘Avril’ son el fruto de un megacontrato firmado entre la empresa de origen vasco y Renfe en el año 2016 por un montante de casi 1.300 millones de euros a cambio de la construcción y mantenimiento posterior de 30 trenes con diferentes características, preparados para circular a velocidades por encima de los 300 kilómetros por hora.