El estreno del curso en la División de Honor no fue el deseado por el Recoletas Burgos Universidad de Burgos, que cayó ante el Complutense Cisneros (33-20) en un partido que se le hizo largo y en el que las numerosas bajas afectaron a la plantilla de José García, que asume que esta es una realidad que «hay que resolver» y «no hay que convertir en una excusa».

Este domingo a partir de las 12,00 horas el Gernika visita San Amaro en el que será el debut de los gualdinegros como locales en una temporada que promete tener un inicio complicado por las numerosas ausencias de una plantilla que no dispone de demasiados porsiacasos.

En el apartado de lesionados están algunos jugadores de peso como Johan Wagenaar y Pablo Rascón, que parece que pueden recuperarse a tiempo, y otros como Rubén Sanz, que se espera que vuelva a finales de año. También está en la enfermería el refuerzo Alejandro Luna, principal duda para el domingo por unas molestias.

Pero por si fuera poco, el medio melé Nicolás Herreros tampoco estará disponible al encontrarse concentrado con la Selección de Chile hasta la semana que viene, y el fichaje Valentín Bustos no llegará a Burgos hasta dentro de unos días. «Intentaremos que llegue a Valencia pero todo depende de que tenga el visado en la mano, sin él no puedes organizar nada. El 11 o 12 lo puede tener ya», comentó el presidente del club, Iñaki Sicilia, sobre un jugador que «puede dar mucho al equipo» gracias a su perfil «dinámico».

El encuentro ante Gernika se antoja clave para un Aparejadores que la siguiente semana visitará Valencia para medirse al CP Les Abelles en una cita en la que espera haber recuperado a muchos de los jugadores que son baja.