"El PSOE ha abandonado el consenso constitucional"

C.M.-J.M.
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Esta politóloga y periodista nació en Madrid aunque es de familia burgalesa vinculada a Covarrubias. Aurora Nacarino-Brabo es, con 32 años, la más joven de todos los cabeza de lista al Congreso por la provincia

Aurora Nacarino-Brabo. - Foto: Valdivielso

Tiene la responsabilidad de revalidar el escaño que logró para la formación de Albert Rivera en la provincia y en ello se dejará la piel en los que queda de campaña. Su lucha es la de combatir a las encuestas.

La última encuesta del CIS pronostica que Cs va  a perder el diputado que consiguió el pasado 28 de abril ¿Qué interpretación hace?

Algunas encuestas nos dan el escaño y otras no y eso es exactamente lo mismo que sucedió en abril. Aunque es importante que haya un termómetro que mida cómo está la calle, los sondeos los ponemos siempre en cuarentena y hay que cogerlos con pinzas porque muchas veces los resultados difieren de las encuestas.Ninguna nos pronosticaba los 57 escaños que tuvimos en abril y tampoco supieron avanzar el resultado histórico que logró Ciudadanos en Andalucía o el triunfo de Inés Arrimadas en Cataluña. Las encuestas siempre nos tratan mal.

¿Quién es el responsable de que, seis meses después, estemos ante unas nuevas elecciones?

Hay distintos grados de responsabilidad. El primero es Pedro Sánchez porque fue el encargado por el Rey de formar Gobierno y tenía la responsabilidad de conseguir los apoyos para conseguir la investidura y fracasó. No sabemos si por torpeza o por una estrategia  deliberada de una repetición electoral. Tampoco me gusta echar balones fuera y todos los partidos, en último término, somos más o menos responsables de la situación del país y del bloqueo en el que nos encontramos. Lo primero que merecen los ciudadanos por parte de los partidos políticos es una disculpa y un compromiso de que después del 10-N no se puede repetir nunca más el bloqueo político.

Si, tal y como se vaticina, tampoco hay una mayoría clara alguien tendrá que ser generoso...

Eso es algo que tienen que interiorizar los partidos. De momento, de los cinco grandes Cs ha sido el único que ha apoyado en una investidura los últimos cuatro años a un candidato distinto al suyo. Tienen que entender que las cosas han cambiado, que ya no estamos en el viejo bipartidismo y que desde diciembre de 2015 los ciudadanos dijeron que ya no quieren que un partido gobierne de espaldas a la mitad de un país y apoyándose en los nacionalistas.

Ciudadanos dijo que no pactaría con Sánchez y al final hizo una oferta. ¿Cuál va a ser la postura tras estas elecciones si el Gobierno depende de ustedes?

Siempre hemos dejado claro que no queríamos que Sánchez fuera presidente del Gobierno. No pensábamos que fuera la persona más indicada para defender los intereses de los españoles. Alguien que llega a la Moncloa de la mano de partidos independentistas que dieron un golpe de Estado en Cataluña en octubre de 2017 o de la mano de Bildu, heredero de Batasuna, no creemos que sea el mejor presidente. Dijo, además, que su socio preferente era Podemos y les oímos hablar de sillas, de sillones y de cargos. Cuando vimos que no se iban a pone de acuerdo y en un intento por evitar el fracaso político, el bloqueo y el coste de una repetición electoral, Cs dijo que iba a buscar una salida que se basaba en tres premisas muy sencillas: no subir los impuestos a las clases trabajadoras, que no habría indultos a los procesados en Cataluña en caso de condena y que permitiera un Gobierno constitucionalista en Navarra. Era muy sencillo, pero Sánchez ya había tomado la decisión de una repetición electoral ya que tenía unos sondeos internos que le decían que iba a tener más poder después del 10-N. Creo que se va a equivocar.

Ha dimitido Toni Roldán, Javier Nart se ha borrado de la militancia, ha habido un enfrentamiento claro con Manuel Valls... ¿Qué está pasando en Cs?

Son cosas que pasan en todos los partidos políticos. Quizá porque Cs es más nuevo le ha tocado ahora y se ha producido un mayor revuelo mediático. Pero en cualquier caso no quiero hablar de personalismos ya que este es un proyecto que existe más allá de las personas y que tiene más de 4 millones de votos, que es lo que sostiene a Cs.

¿Qué opinión le merece que Cs cediera al PP la presidencia de la Junta a cambio de ayuntamientos y diputaciones?

Forma parte de la estrategia nacional que ya había anunciado Rivera y a nadie le ha podido sorprender. Cs es un partido abierto a pactar dentro del bloque constitucionalista, pero Pedro Sánchez parece haber abandonado ese consenso y con este PSOE es difícil llegar a acuerdos.

¿Por qué fracasó en Burgos el pacto para que Vicente Marañón fuera alcalde?

Habría que preguntar a otros partidos por qué tomaron esas decisiones y no cumplen con los compromisos a los que se había llegado. Nosotros cuando suscribimos un acuerdo lo cumplimos y habrá que decírselo a los que no cumplen su palabra.

¿Pero tenían ustedes algún acuerdo con Vox?

No. Habría que preguntarles por qué un partido que rechaza la izquierda ha permitido con esa maniobra un gobierno socialista en el Ayuntamiento de Burgos.

¿Ese pacto se puede materializar en lo que queda de legislatura?

Siempre estamos dispuestos a llegar a acuerdos con el PP para gobernar instituciones a nivel local, autonómico o nacional.

¿Cuáles son las prioridades de Cs para Burgos?

Los intereses de los ciudadanos de Burgos son los mismos que los de los españoles. Primero que tengamos una legislatura larga, con un gobierno estable y sólido porque hay que hacer frente a las dificultades económicas y a los malos datos del paro. Y también qué vamos a hacer con la educación, para ayudar a nuestras familias, para que los jóvenes puedan tener más hijos... Con las infraestructuras hay que hablar en serio y no como si esto fuera una gran subasta electoral para ver quién dice cuándo va a llegar antes el AVE, la A-11, la A-73. Pasan los años, incluso las décadas y las cosas siguen sin hacerse. Hay que tomar en serio a los ciudadanos y tratarles como adultos. Por eso hay una gran desafección, porque tienen la sensación de que los políticos los utilizan en campaña prometiéndoles cosas que luego se meten en un cajón durante cuatro años.

En estos meses, ¿cuál ha sido su trabajo y en que se ha beneficiado la provincia de tener una diputada de Cs?

Ha sido una legislatura corta, casi un gatillazo. Apenas se constituyeron las comisiones, hicimos preguntas parlamentarias sobre las infraestructuras. No llegaron las contestaciones y en cuanto pasó el verano nos encontramos con la disolución de las Cortes. Ha sido muy frustrante, sobretodo para alguien como yo, que llegaba con mucho ímpetu y se encontraba con que había que hacer otra campaña.

Entre los afiliados ha habido alguna decepción por la imagen que se ha dado últimamente...

No sé si ha habido algo puntual, pero la sensación general es que lo que hay es una piña que va detrás del partido cuando las cosas van mejor y peor. Cuando veo campañas mediáticas contra Cs o que aparecen encuestas como las de Tezanos que dan mil millones de diputados al PSOE y nada a Cs veo también que la gente sigue ilusionada. Ahí se ve un proyecto de futuro.

¿Le ha llegado a comentar Vicente Marañón que quería ser candidato al Congreso?

A mí no me lo ha dicho aunque creo que sí lo ha comentado alguna vez. Le entiendo porque hay mucha gente que aspira a ocupar puestos de responsabilidad en el partido y muchas veces no hay sitio para todos. Al final Vicente optó a la Alcaldía de Burgos, que es una institución muy importante y al final repartimos juego entre todos los compañeros.

¿Ha querido volver a ser candidato al Congreso?

No me consta.

A ustedes se les ha acusado de ser electoralistas por organizar una moción de censura en Cataluña a sabiendas de que la iban a perder, ¿cuál es su opinión?

Estoy muy orgullosa del papel que ha jugado Cs en Cataluña. Albert Rivera e Inés Arrimadas se han dejado la piel en un contexto complicado y no han tenido la lealtad de otros partidos constitucionalistas.