Samuel Gil Quintana

Libre de marca

Samuel Gil Quintana


Joker

12/04/2021

¿Why so serious?, pareció preguntarle Raúl Navarro a Pepe Carmona justo antes de romperle la cintura –y la sonrisa– en una obra de arte reventada contra el poste. Tremendo chicharro del sevillano, abanico de personalidades, que lo mismo juega de lateral, de interior o en la sala de máquinas. Los genios brillan en cualquier lado.

Más allá de la velocidad, con o sin balón, de su capacidad de anticipación, del disparo potente y colocado o de su poderío físico, el ex del Real Valladolid destaca sobre todo por su polivalencia. Si el Burgos fuese una baraja de cartas, Navarro sería el joker que mejora siempre a las demás.

Silencioso y con poca prensa, el ‘6’ se ha convertido en el comodín favorito de Calero. Indispensable, desde los albores de la campaña, para el técnico madrileño, que no lo ha sacado del once ni por recomendación del médico. No en vano, fue uno de los primeros fichajes de Michu y sus cualidades, sobradas para la categoría de bronce, apuntan irremediablemente al fútbol profesional. 

Sin embargo, el partido ante Unionistas sirvió para confirmar algo mucho más importante. Una vez finalizado el choque, después de que Javi Gómez marcara un gol de cabeza made in falso nueve, volvió a producirse una maravillosa comunión entre el equipo burgalés y su gente. Los jugadores, empapados por el chaparrón, escucharon de nuevo en sus oídos que el destino de esta ciudad es estar aquí, otra vez, a las puertas de algo grande.

Impensable para algunos hace unos meses –hubo quien dio por tirada la temporada en noviembre, tras la derrota ante el Langreo– pero posible gracias a un grupo de profesionales que lo ha aguantado todo. No está hecho, está cerca. El Burgos, casi 14 años después, huele a playoff.