El Proyecto de Presupuestos Generales del Estado no parece encontrar demasiada defensa ni siquiera entre algunos cargos que militan en alguno de los partidos del Gobierno de coalición. Es el caso del alcalde socialista de Burgos, Daniel de la Rosa, que se vio obligado a «lamentar que no veamos demasiados avances» y expresó su deseo de que se pueda producir alguna corrección en positivo con la tramitación de las enmiendas.

La procuradora de Podemos, Laura Domínguez, estuvo mucho más alineada con el Gobierno y defendió las cuentas desde fuera del prisma provincial para destacar que se trata de un Presupuesto que, en el contexto de pandemia, ha dado prioridad a las políticas «sociales y sanitarias». Aunque también, como el resto de partidos, lamentó que no haya partida alguna para el tren Directo. Su formación, avanzó, presentará una enmienda para que se dote de dinero a esta infraestructura.

La diputada nacional del PP, Sandra Moneo, también lamentó que «el Directo ni aparece» en las cuentas pero se centró más en el análisis global para criticar «un hachazo fiscal sin precedentes» que, lejos de lo que pregona el Gobierno, «van a pagar las clases medias». Denunció que el Presupuesto se olvida de Burgos y lo definió de «irreal y ficticio» al contemplar grandes incrementos de ingresos pese a la histórica caída del PIB.

El secretario de Acción Institucional de Cs, Lorenzo Rodríguez, fue el más duro en los calificativos al tildar los Presupuestos de «vergonzosos» y «lamentables». Lamentó que «nos han tomado el pelo» y afirmó que estas cuentas demuestran que los representantes socialistas en el Congreso y en el Senado por la provincia de Burgos «pintan muy poco».

El que fuera candidato de Vox al Congreso en las últimas elecciones y futuro presidente del partido en la provincia, Javier Martínez, recriminó como a los grandes partidos «se les llena la boca en las campañas electorales prometiendo que van a impulsar infraestructuras» y ahora, como en otras ocasiones pasadas, se demuestra que «Burgos es el gran olvidado». Denunció la subida de impuestos para «dar dinero» a aquellos partidos «que están en contra de España».