La reapertura del interior de los locales de hostelería, gimnasios y comercios no esenciales de grandes superficies se produjo ayer en toda Castilla y León, donde solo Burgos rompe la tendencia generalizada de decrecimiento de contagios. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, confirmó en su comparecencia telemática de ayer lo que los datos apuntaban desde hace 7 días, afirmando que «la incidencia acumulada está en Burgos por debajo de 250 nuevos contagios por cada 100.000 personas en 14 días -el umbral que determina el riesgo extremo de transmisión del virus-, pero es verdad que está subiendo», dijo, en respuesta a preguntas de este periódico. «Estamos muy atentos», añadió.

El incremento se está produciendo, sobre todo, en los municipios de Burgos, Miranda y, en menor medida, también en Aranda. Aún es incipiente e inestable, en el sentido de que hay subidas y bajadas de un día para otro, no es un alza constante, pero la provincia dispone únicamente de dos semanas para revertir este posible cambio de tendencia. Si no vuelve al decrecimiento antes del lunes 22, el proceso de recuperación de actividad socioeconómica iniciado ayer en todo el territorio se paralizará en esta provincia.

Es decir, no habrá posibilidad de que se acuerde el descenso de Burgos al nivel 3 de alerta por transmisión del virus (riesgo ‘Alto’, ahora toda la Comunidad está en el 4, ‘Muy alto’), que se diferencia del vigente por el aumento de aforos, sobre todo en el interior de los locales de hostelería y espacios culturales (hasta el 50%, pero aún sin consumo en barra).

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)