Un Parral cerrado a cal y canto. Eso es lo que se encontrarán los burgaleses que este viernes acudan al parque con el objetivo de celebrar el Curpillos. El Ayuntamiento quiere evitar aglomeraciones, y sobre todo el temido botellón de jóvenes y no tan jóvenes, y ha optado por vallar los accesos al recinto, que además estará vigilado por la Policía Nacional y Local para velar por el cumplimiento de esta medida. 

Hace ya varios meses que el Ayuntamiento decidió cancelar las fiestas de San Pedro y San Pablo y, de la misma manera, el Curpillos, previsto para este viernes, debido a la crisis sanitaria por la pandemia de covid-19 que tanto ha golpeado al mundo, y también a Burgos.

Pese a los avances en la desescalada hacia la nueva normalidad, que estrenaremos este lunes en nuestro territorio, mañana no tendrá lugar en la ciudad la tradicional celebración de la festividad del Curpillos en El Parral. El parque, cuyos derechos de uso están cedidos al Ayuntamiento de Burgos por Patrimonio Nacional, permanecerá cerrado al público y no acogerá uno de los eventos más multitudinarios de los que se celebran en la capital. 

Operarios se afanaban este miércoles en colocar un vallado en los accesos para evitar el botellón de mañana en El Parral. - Foto: @CiudadanoMaltes

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro L. de la Fuente, recuerda que "mañana aún está en vigor el estado de alarma, con todas sus inherentes actuaciones policiales. Todavía vivimos una situación de crisis sanitaria, por lo que ahora no podemos relajarnos", ha recalcado.

"El Parral no va a dejar de estar presente en nuestro pensamiento, por el encuentro y la fiesta que suponen esta tradición; sin embargo, la solidaridad y responsabilidad de la ciudadanía ante la presente situación deben marcar esta jornada", ha reclamado De la Fuente.