Indignación vecinal por el violento botellón en El Barriles

L. NÚÑEZ
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Los destrozos causados de madrugada en el quiosco llevan a los residentes del centro de Aranda a denunciar que tras relajarse las restricciones anticovid ha regresado la «tremenda realidad» de ruidos, fiestas y grafitis

Los vándalos reventaron la puerta, el lavabo y el inodoro del quiosco. - Foto: L.N.

Cunde la indignación entre los vecinos de la zona centro de Aranda de Duero a raíz de los destrozos que ha sufrido el quiosco del parque de El Barriles. Los vándalos reventaron de madrugada la puerta del aseo, además del lavabo y del inodoro. También causaron daños en el cuadro eléctrico del recinto municipal y, en la parte trasera del bar, estallaron parte de la cristalera y de los tablones de contrachapado que servían de protección.

Según fuentes de la Policía Local de la capital ribereña, no fueron los únicos destrozos ocasionados. A ello se suman desperfectos en el alumbrado público, así como en el mobiliario urbano al quemar varias papeleras del citado parque, además de contenedores en el centro de Aranda. De hecho, los bomberos tuvieron que intervenir de madrugada para sofocar las llamas que procedían de unos 'container' en la calle La Aguilera esquina con San Juan. Después, recibieron otro aviso en la calle Miranda do Douro, en esta ocasión por unos contenedores que habían tirado.

Desde la Policía Local aseguran que los hechos se produjeron a altas horas de la madrugada del martes, dado que en el turno de noche las patrullas no se percataron de tales actos vandálicos y no fue hasta primera hora de la mañana cuando recibieron la llamada de alerta de una persona que paseaba por El Barriles con su perro. 

Por su parte, en la asociación de vecinos de la zona centro condenan los destrozos y lamentan que todavía hoy haya quienes se diviertan «machacando lo que pagamos todos con nuestros impuestos». 

Se rompe la calma. Otros vecinos, a título individual, advierten que cada vez se concentran más jóvenes para hacer botellón en El Barriles, de forma que se traslada ahí un problema que antes se repartía por zonas como Barrionuevo y el Arco Pajarito. Sea como fuere, aseguran que con la relajación de ciertas restricciones anticovid se regresa a «la tremenda realidad de ruidos, botellones y pintadas» (...).

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ARCHIVADO EN: Aranda de Duero, Botellón