El Colegio de Economistas de Burgos ha presentado esta mañana el balance del ejercicio que está a punto de termino y cuyo resultado, en términos globales, es positivo. Por un lado, porque el crecimiento experimentado respecto a 2018, del 2,1 o 2,2%, y, por otro, porque este se sitúa por encima de la media nacional prevista del 2%, según avanzó el decano del órgano colegial Carlos Alonso de Linaje.

Este aumento se debió, principalmente, al empuje de los sectores de la agrolimentación y el turismo, además de a la demanda interna y a la actividad exterior, si bien esta última cerrará el año en negativo. En cuanto a la evolución de la economía provincial por actividades, la agraria y ganadera es la que peor comportamiento ha tenido, sobre todo la primera por una meteorología adversa, mientras que el de la automoción fue "neutral", aunque marcado por la incertidumbre sobre la política de movilidad del futuro.

De cara a las previsiones para 2020, Alonso de Linaje considera que estas dependerán de varios factores internacionales, si bien no cree que se produzca un descenso importante del crecimiento.