El PSOE y Cs, los partidos que con su mayoría absoluta controlan el consejo de administración de Aguas de Burgos, han decidido paralizar el polémico proceso de selección puesto en marcha en la sociedad municipal para la contratación de 6 personas mediante la figura del contrato relevo y que, de manera colateral, conllevaría la salida del director técnico (el teórico número 2 de la empresa pública) y de la asesora jurídica (ambos interinos). Personas, estas dos últimas, con las que la gerencia tiene un indisimulable enfrentamiento.

En el día de ayer se anunció la intención de convocar para la próxima semana una sesión extraordinaria del consejo de administración, en la que se revocará parcialmente el acuerdo que se alcanzó hace dos semanas para aprobar las bases del proceso de selección.

El presidente de Aguas, Miguel Balbás, y su predecesora en el cargo, Nuria Barrio, comunicaron a última hora de la mañana de ayer esta decisión al gerente de la sociedad, Juan Antonio de Miguel, y ya por la tarde a los consejeros. La idea es continuar adelante con las jubilaciones parciales (convocar 6 plazas) y detener la parte del proceso relativa a las dos salidas hasta que se modifique el procedimiento.

Balbás avanzó que se revisarán las bases y una de las decisiones que se ha adoptado ya es la de cambiar las personas que componen la comisión de valoración y sobre las que recaía la decisión final de seleccionar a los ganadores. Esto significa que se saca al director gerente del tribunal y también al resto de personal de Aguas. Tampoco participarán los representantes del comité de empresa, muy próximos a la postura de la dirección. En su lugar se quiere poner a altos funcionarios del Ayuntamiento como el secretario, el interventor, algún responsable de Asesoría Jurídica...
La desconfianza ante la gerencia es palpable (...).

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