La Perrera y la Protectora de Burgos, al borde del colapso

F.L.D.
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Como casi cada verano, las instalaciones no dan abasto ante el abandono de animales y reclaman el compromiso de los burgaleses para poder darles en acogida y evitar el sacrificio

La Perrera y la Protectora de Burgos, al borde del colapso - Foto: Alberto Rodrigo

A pesar de las innumerables campañas de concienciación contra el abandono animal, especialmente en la época estival, aún hay personas que no terminan de entender la responsabilidad que supone tener un perro o un gato y optan por el camino recto cuando llegan periodos vacacionales. El abandono sigue teniendo unos niveles altos durante el verano y los lugares de acogida terminan colapsando. En el caso de Burgos, esta situación está a punto de producirse tanto en la Perrera Municipal de Villafría como en las instalaciones que posee la Protectora de Animales en la carretera de Quintanadueñas.

Según advierte Rebeca, de Proanbur, existe un riesgo real de que los animales más viejos que permanecen en la Perrera desde hace varias semanas terminen sacrificados, aunque reconoce que el Ayuntamiento de Burgos siempre ha tratado de evitar esta medida prácticamente desesperada. No obstante, tal y como confirman en la Perrera Municipal, de las 28 jaulas disponibles en las instalaciones solo quedan libres 4. «En unos días como los de Sampedros, en los que muchos perros y gatos se escapan por el miedo a los ruidos y petardos y terminan siendo trasladados por Protección Civil, Bomberos o Policía Local hasta que lo reclaman sus dueños, la Perrera va a terminar por colapsar», explica Rebeca.

Además, se da la circunstancia de que en estas instalaciones la mayoría de los perros son de raza peligrosa y, por lo tanto, muy difíciles de dar en adopción por la cantidad de requisitos que tendría que reunir el dueño. Esta situación viene provocada también, según denuncian desde Proanbur, por los ‘trapicheos’ que se producen en el poblado de El Encuentro, donde se recogen, aseguran, la mayoría de los perros con esta catalogación.

En las instalaciones de la Protectora de Animales hay una población fija de unos 150 perros y gatos y también reconocen estar muy saturados. Como ha ocurrido otras veces, están dispuestos a acoger aquellos que no puedan quedarse en la Perrera Municipal para evitar su sacrificio, pero se quejan de que no se solucione el problema de raíz. «En Burgos hay cientos de abandonos de galgos, siempre por el mismo. Cuando no le sirven porque tienen lesiones les deja por ahí con pulgas y desnutridos. Nadie controla la cría ilegal y no se está sancionando como sí se hace en otras provincias como Madrid, donde están poniendo multas de hasta 6.000 euros», protesta Rosana.

Desde la Protectora de Animales proponen programas de castración obligatoria, como se lleva a cabo en provincias como La Rioja, que se subvencionen las esterilizaciones y se promuevan en los pueblos, y también la salida de las perreras de los animales que se hayan sometido a ellas, como ocurre en Galicia, para evitar la sobrepoblación de estos recintos que supongan un riesgo de sacrificio.