Guardianes de las redes en zona de espionaje

FERNÁN LABAJO
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Un grupo de militares del Regimiento de Transmisiones 1 de la base burgalesa Cid Campeador pasará seis meses en Letonia, donde se ocupará de las comunicaciones en una misión de la OTAN

Guardianes de las redes en zona de espionaje - Foto: Patricia González

Tras la invasión y toma de la Península de Crimea por parte de Rusia en 2014, la OTANdecidió reaccionar movilizando tropas de los países socios a zonas fronterizas como medida de prevención y defensa del territorio. Las repúblicas bálticas se convirtieron en los centros de operaciones y España trasladó a diferentes unidades a la base militar de Adazi, en Letonia. Hacia allí han partido esta misma madrugada una quincena de efectivos del Regimiento de Transmisiones nº1, con sede en Castrillo del Val, y pasarán los próximos seis meses garantizando las comunicaciones y protegiendo a los aliados del espionaje en una zona muy sensible en ese aspecto. 

En la base de Adazi conviven los ejércitos de nueve países, entre ellos España, Italia, Alemania o Canadá, que es la encargada de coordinar las operaciones en Letonia. Todos ellos conforman un batallón calificado de Presencia Avanzada Reforzada. Junto con Transmisiones se encuentran Unidades Mecanizadas Acorazadas de Infantería e Ingenieros Zapadores. La misión de todos ellos es precisa: disuasión y defensa. «No hay un enemigo claro, pero los movimientos de Rusia sí que pueden ser una posible amenaza», explica Alfonso Bravo Ruiz, capitán del Regimiento nº1 que controlará todas las comunicaciones hasta el próximo mes de enero, quien añade que «se trata de que la OTAN esté en las repúblicas bálticas para garantizar la seguridad. No hay peligro real de invasión pero es mejor fortalecer esa frontera». 

Mientras los efectivos de Infantería hacen maniobras en zona de operaciones, con sus armas y carros de combate, Transmisiones se encarga de establecer una red para que el jefe pueda garantizar su mando y control, tanto en la base como en territorio nacional. «Cualquier incidencia informática, de redes o telefónicas depende de nuestro trabajo», reseña Bravo. Para ello se ayudan de los vehículos necesarios y dar, así, un enlace en movimiento para que los carros de combate de la Unidad Acorazada tengan conexión vía radio.

Pero, probablemente, el trabajo más destacado del grupo de Transmisiones que viaja desde la base Cid Campeador será el de la ciberdefensa. Y es que, si bien es cierto que en Letonia no hay un riesgo de ataque, sí existe una amenaza en cuestiones de espionaje. «Los rusos tienen un alto grado de preparación en este aspecto», reconoce el Capitán, por lo que «en este equipo protegemos nuestra red para que no tenga vulnerabilidades como pueden ser las fake news o los virus». 

Además, el Regimiento se encarga de crear la llamada red de moral y bienestar para que los militares puedan, por ejemplo, tener contacto con su familia, conexión a internet y otro tipo de comunicaciones destinadas al ocio y tiempo libre. «Esta parte también juega un papel muy importante en nuestra estancia porque pasamos mucho tiempo fuera de casa y sin nuestra gente», apunta Alfonso Bravo antes de lamentar el hecho de que vayan a pasar las vacaciones y la Navidad lejos de sus hogares.