La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha denunciado hoy que al menos 900 niños, entre ellos "bebés y niños muy pequeños", fueron separados de sus respectivas familias en la frontera entre Estados Unidos y México desde junio de 2018, según ha informado la cadena de televisión CNN. 

"Es chocante que la Administración Trump continúe separando a los bebés de sus padres", ha lamentado el abogado de la ACLU, Lee Gelernt en relación con la polémica política migratoria de "tolerancia cero" puesta en marcha el año pasado por el Gobierno del presidente, Donald Trump. 

A pesar de que un tribunal federal bloqueó dicha política a finales de 2018 excepto en aquellos casos en los que un progenitor pudiera suponer un peligro para su propio hijo, la ACLU ha advertido de que los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos han seguido separando a las familias en la frontera. Para ello, se habrían escudado en pequeñas infracciones cometidas por los padres. 

"Algunas de las separaciones se han producido a raíz de infracciones cometidas hace muchos años", señala el texto presentado por la Unión de Libertades Civiles en el que vuelven a solicitar a un juez que bloquee por completo la separación de los migrantes en la frontera. 

En este sentido, la ACLU ha puesto el ejemplo de una migrante que se rompió una pierna y, tras ser separada de su hijo, tuvo que presentar una demanda para recuperar la custodia. Ambos fueron reunidos 79 días después. 

Por otra parte, el documento refleja que las víctimas de la violencia perpetrada por pandillas están siendo tratadas como criminales e insta a detener esta práctica.