Una reforma insulsa

I.E.
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A falta de los remates los asiduos al parque de la Cruz Roja tildan el nuevo espacio de "soso" y con "poca gracia", imaginan que habrá bancos y piden el cambio de las farolas

El firme ha ganado en estabilidad, eso sí, pero se ha perdido las fuentes. - Foto: Alberto Rodrigo

Ni las prisas ni la improvisación son buenas consejeras, ni siquiera cuando la necesidad aprieta. Es cierto que el estado del parque de Cruz Roja invitaba a una intervención urgente, pero no a cualquier precio ni con cualquier diseño. "Soso" es el calificativo más amable que algunos asiduos de este espacio dedican a una reforma que no ha concluido del todo, queda el sector más próximo a la Plaza del Rey. El aspecto que presenta la parte ya terminada no es para tirar cohetes. Empezando por las baldosas de ‘garbancillo’,  "más propias de otras épocas", critica un matrimonio que todavía recuerda "la época en que los chiquillos se bañaban en los chorros de las fuentes" que con la remodelación han desaparecido. "Da la sensación de antiguo", comenta Pedro, mientras su esposa, Trini, añade que ya "no resulta atractivo cruzarlo". Es verdad que todavía quedaba por instalar el mobiliario urbano, sobre todo bancos, que sin duda le darán el aspecto "acogedor" del que ahora carece.

Javier vive en la calle Vitoria y día sí día también saca a su perro por ese parque, así que lo conoce a la perfección. Es de los que piensa que la reforma era necesaria y que  incluso "se ha tardado mucho tiempo en llevar a cabo", pero al mismo tiempo afirma que el Ayuntamiento "se ha quedado corto". "Esperaba algo más que el cambio de baldosas y bordillos", indica, que por otra parte era "muy necesario porque ya no se podía ni andar, el firme que había era un riesgo para los tobillos". Confía en que "se sustituyan las farolas, que están anticuadas y además dan muy poca luz, y también que se coloquen más papeleras". 

Antes del estado de alarma declarado en el país que obliga a quedarse en casa, Basilio cruzaba habitualmente este parque en sus paseos de ida y vuelta a Fuentes Blancas por la Quinta y asegura que la reforma "no tiene mucha gracia". Reconoce que "estaba destrozado y había que hacer algo por el estado de abandono" en que se encontraba, pero "no cualquier cosa". También hace un llamamiento a mejorar la iluminación "porque da mucho respeto pasar a según qué horas por aquí". Hay que recordar que  ha sido el área de Vías Públicas la que está acometiendo las obras, por un montante de 200.000 euros. En un principio se encargó la remodelación a RFS, pero el Ayuntamiento anuló esa adjudicación, un asunto que  se halla en los tribunales.