Tras la detención en septiembre de 2018 de un vecino de Villarcayo que hacía de correo de una organización criminal que traficaba con speed por todo el norte de España, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Burgos comenzó a tirar del hilo. Un mes después, siguieron el rastro de dos camellos y les pillaron recibiendo mercancía de uno de los capos. Esa tarde, detuvieron a cuatro personas de entre 30 y 52 años que ingresaron en prisión provisional. El próximo 12 de diciembre se sentarán en el banquillo acusados de un delito de tráfico de drogas por el que la Fiscalía solicita 8 años de prisión y 400.000 euros de multa para cada uno de ellos.

La acusación del Ministerio Público se sustenta sobre la operación policial, denominada ‘Dulzaina’, del 23 de octubre de 2018. Una patrulla siguió a un Ford Scort rojo propiedad de F.J.G., de 52 años, desde la avenida de Castilla y León hasta la calle Teresa Jornet, en el barrio de Villímar. Allí se bajó del vehículo y contactó con los ocupantes de un BMW en el que circulaban M.A.M.P. y G.L.G., de 39 y 30 años respectivamente. Tras una breve charla, todos entraron en un garaje y salieron a los pocos minutos por separado.

La Policía siguió el BMW hasta la calle Santa Bárbara, donde fue interceptado. Según recoge el escrito del Fiscal, en el trayecto G.L.G. lanzó por la ventana una bolsa que contenía 1 kilo de anfetamina -que se utiliza para fabricar speed-, con una riqueza del 62%. Los dos camellos trataron de zafarse del coche de los ‘estupas’, al que ocasionaron incluso desperfectos por valor de 453 euros. Finalmente, consiguieron darles el alto y llevarles a Comisaría. Allí encontraron también casi 6 gramos de cocaína que ambos guardaban en los zapatos y los genitales.

Los investigadores iniciaron un dispositivo para localizar a F.J.G., al que pocas horas después descubrieron entrando en su domicilio, ubicado en Cardeñadijo, donde poco después llegó el cuarto en discordia, un hombre de 46 años cuyas iniciales corresponden a M.C.D., en cuya vivienda encontraron 28 kilos de anfetamina líquida y otros 12 en seca. También hallaron casi un gramo de cocaína, unos 2.700 euros en metálico, cuadernos con anotaciones y 25 décimos de Lotería de Navidad. Alguno de ellos fue premiado dos meses después.

En casa de F.J.G. encontraron una roca de cocaína de 106 gramos, una planta de cannabis de 1.500 gramos, una prensa cuadrada 15x15, una báscula pequeña, una agenda y un cuaderno con anotaciones. Según el atestado policial, la cantidad de droga aprehendida tenía un precio en la calle de 393.000 euros.