Aunque hasta las 10 de la mañana no abrirán al público, el trajín en el backstage de Hipercor, allí donde los clientes no pisan el terreno pero donde se desarrolla buena parte de la actividad del supermercado, comienza mucho antes. A eso de las 7, como cada día, comienzan a llegar los primeros camiones (suelen llegar entre 4 y 5) con los productos que llenarán los lineales de los supermercados. Los frescos, otros de primera necesidad y también aquellos en los que hace falta reforzar el stock.

El mensaje es de absoluta tranquilidad. Tanto en este establecimiento como en otras grandes cadenas como Carrefour o Mercadona. El abastecimiento, coinciden todos, está más que «garantizado» y prueba de ello, tal y como señala el director de Hipercor Burgos, Óscar Peñaranda, es que cada día arrancan la actividad con los lineales llenos y sin que les falten productos.

Los trabajadores, muchos de ellos conviviendo con los centenares de clientes que pasan a diario por las instalaciones de Parque Burgos, del Centro comercial El Mirador o por los numerosos Mercadona que hay por la ciudad, van perfectamente preparados con elementos de protección aunque en este caso no reciben los aplausos que, como otros colectivos, seguramente también merecen.

Ahí está su labor de abastecer de productos de primera necesidad a la población. En Hipercor, donde han abierto las puertas a este periódico para enseñar tanto los espacios de venta al público como aquellos en los que se trabaja de manera interna, son unos 200 trabajadores en plantilla. Mientras unos llenan los estantes, otros atienden en las cajas, se encargan de la logística, realizan trabajos administrativos, limpian o preparan los pedidos que han llegado por internet o vía telefónica... El director de Hipercor detalla que estos últimos «han crecido de manera exponencial». Con toda seguridad se han duplicado y con el objetivo de garantizar las entregas han reforzado el departamento de pedidos.

También lo ha hecho su servicio Click & Car, aquel con el que los clientes acuden en coche hasta las instalaciones del supermercado para (sin necesidad de bajarse del automóvil) recoger el pedido que han realizado previamente. Las cuatro plazas que tenían para turismos antes de que estallara la crisis sanitaria del coronavirus las han tenido que ampliar a 8 por el aumento de la demanda.

(Mäs información, en 40 páginas en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)