El pasado 8 de septiembre, martes, había 24 pacientes ingresados en plantas del HUBU por complicaciones de la enfermedad del coronavirus, la covid-19. Ayer ya eran 48 los infectados encamados en el complejo asistencial, que ha tenido que habilitar una tercera planta para el SARS-CoV-2; en concreto, la quinta del bloque H, donde en condiciones normales se hospitalizaría a pacientes de Neurología. Así, por ahora se está manteniendo a todos los pacientes contagiosos en la parte alta del bloque H (pisos 5, 6 y 7, que ya en obra se concibió para aislamiento) y en la UCI, donde el incremento de críticos por la covid-19 no está siendo tan vertiginoso como en planta:hace una semana eran 9 y ayer, 8.
El incremento de la demanda de camas por complicaciones de la covid-19 salta a la vista, sobre todo en el HUBU, que es el hospital de referencia para la provincia y el que asume los casos de mayor complejidad. En el arandino Santos Reyes también hay un patente aumento de pacientes (ayer ya eran 20 los ingresados) y en el Santiago Apóstol, en cambio, están manteniendo una tendencia mucho más contenida y ayer continuaban con ocho enfermos de covid-19. En total, había ayer 76 personas hospitalizadas en la provincia por complicaciones de la infección; un volumen que no se registraba desde la primera semana de mayo. La diferencia entre ese momento, con el estado de alarma aún en vigor para todo el territorio español, y el actual es que ahora se vive el proceso inverso: lo que de cara al comienzo de la desescalada de la crisis era un señal de mejoría, ahora lo es de empeoramiento.

 [más información en la edición impresa]