Cristino reflota a Juan de Garay

R. PÉREZ BARREDO
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El artista construye en hierro una nueva carabela en honor al fundador de Buenos Aires después de que la original, que iba a cumplir 40 años este julio, fuera destrozada por los vándalos

Cristino posa con su nueva creación, realmente espectacular. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Los vándalos, siempre ignorantes, hicieron hace unos meses trizas la carabela en honor a Juan de Garay que desde hace cuarenta años se hallaba amarrada en el puerto de la plaza de España, orillas del río Vena. Dejaron el monumento como un pecio olvidado, desarbolado, a pique. Pero al rescate del conquistador y colonizador burgalés, fundador de Buenos Aires, ha venido el gran Cristino, que a instancias del IMC ha puesto todo su talento a largar velas para restituir el tributo que la ciudad hiciera al audaz descubridor, originario de Villalba de Losa. Los restos del barco que destrozaron los gamberros hacían casi imposible su reconstrucción, así que Cristino decidió crear una nueva embarcación, que ya está rematando. Es una espectacular pieza hecha en hierro que nada tiene que envidiar, más al contrario, a la original, que era de bronce.

No le falta detalle y ya está a punto de ser trasladada a su ubicación. Ha disfrutado mucho el artista burgalés trabajando la carabela de Garay, sobre el que tiene una anécdota bien jugosa. Sucede que la localidad vizcaína de Orduña reclamó siempre ser la cuna natal del fundador de la capital de Argentina, y en cierta ocasión, hace muchos años, se había organizado allí un acto de exaltación del personaje al que iban a asistir autoridades del País Vasco. El asunto es que un grupo de burgaleses, entre los que estaba Cristino, removieron Roma con Santiago hasta dar con la partida de nacimiento del descubridor, que se hizo llegar a los gobernantes bonaerenses a través de la Embajada, hecho que provocó la cancelación del evento para malestar de los vascos, que se la tuvieron que envainar. Sonríe Cristino recordándolo mientras da los últimos retoques a la nave, imponente tanto de cerca como de lejos. "Esperemos que los bestias la respeten", musita el artista de Gamonal.

El monumento a Juan de Garay se inauguró en julio de 1980 con la presencia del embajador argentino en España, Jorge W. Ferreira, siendo alcalde José María Peña. Amenizó el acto el grupo de danzas Justo del Río, y clarineros y cimbaleros interpretaron el himno de la ciudad mientras se descubrió el monumento. José María Codón, cronista de la ciudad, glosó la figura de Juan de Garay, al que calificó como el segundo burgalés más universal después del Cid. No reinó armonía durante todo el acto, ya que hubo burgaleses que, aprovechando la presencia del embajador argentino, se dedicaron a abuchearlo como medida de protesta contra el gobierno del país de la Plata, dictadura de hierro encabezada por el general Videla en la que cientos de argentinos fueron torturados, asesinados y desaparecidos.

De Villalba a Buenos Aires. Juan de Garay nació en Villalba de Losa en 1528, y se embarcó para América en Sanlúcar de Barrameda en 1543, a la edad de 15 años, formando parte de la expedición del Virrey del Perú, don Blasco Núñez de Vela. A partir de ese momento, participó en numerosas expediciones pobladoras.

En 1573 fundó la ciudad de Santa Cruz de la Vera Cruz, dando inicio a una fecunda política que culminaría con la fundación de Buenos Aires. Así lo cuenta en el historiador Ernesto Ruiz en su estudio ‘Juan de Garay, conquistador y colonizador’ (Institución Fernán González): "El adelantado del Río de la Plata, don Juan de Torres de Vera y Aragón, designó a su Teniente Gobernador don Juan de Garay, para "poblar en el Puerto de Buenos Aires una ciudad". Y en enero de 1580 se dispuso Garay a acometer esta empresa, saliendo a primeros de febrero una carabela, la San Cristóbal, dos bergantines y algunas balsas, mientras otro grupo expedicionario iba por tierra llevando los ganados.

Tras una breve estancia en Santa Fe, continuaron rumbo al Sur, y el 28 de mayo de 1580 se eligió el lugar para el emplazamiento y se levantaron las primeras construcciones. El emplazamiento para la fundación fue elegido por Garay con maravillosa intuición. La gran visión de Garay al fundar la ciudad de Buenos Aires, se patentiza en la carta que dirigiera a Felipe Il Alonso de Vera poco tiempo después de la fundación, en la que decía, "que la repoblación que ahora se hace en este puerto, será la más importante de Indias, por estar cerca de los reinos de Chile y a 70 leguas del Mar del Sur".