El local que ocupó la sala de juntas del antiguo Ayuntamiento de Santa Olalla de Bureba volverá a utilizarse a final de año, en esta ocasión como ludoteca y lugar de reuniones, dependiendo de la situación en la que se encuentre el país durante los próximos meses. Actualmente, las condiciones que presenta el espacio no son las apropiadas para su uso por lo que el Ayuntamiento, con una subvención de la Diputación de Burgos, rehabilitará el área.

El pequeño municipio dispone de un lugar en el que hasta hace pocos meses los niños acudían para jugar o leer. Sin embargo, el acceso a esta sala es peligroso por lo que se optó por mantenerlo cerrado. «Pese a que solo residen cinco niños durante todo el año en el pueblo consideramos que necesitan un espacio para juntarse», expone la alcaldesa, Mercedes Segura.

Asimismo, el equipo de gobierno quiere que la sala la utilicen también los vecinos más mayores para jugar a las cartas, hacer reuniones o celebraciones. «No queremos delimitar su uso solo a ludoteca sino que se beneficien todos los ciudadanos», añade la regidora.

El barro y las piedras se hacen con la vía cuando llueve. - Foto: DB

Los trabajos consistirán en unas sencillas actuaciones de retirada de objetos almacenados, la demolición de los revestimientos del techo y suelo así como la de las carpinterías exteriores. Posteriormente se procederá a realizar una pequeña excavación para ejecutar un encachado de piedra que evite las humedades. Además, se pretende habilitar la entrada a personas con movilidad reducida eliminando las cuatro escaleras que actualmente dan al local y construyendo una rampa y unos peldaños rebajando la altura de la calle hasta la cota de la sala.

Una vez finalizadas las obras se instalará una estufa de pellet para mantener el calor y que la sala se pueda utilizar en la época más fría. Este recinto es el único que falta por remodelar de la llamada ‘casa del médico’. El resto del inmueble se restauró hace años con el fin de alquilarlo a un precio simbólico. «Nos gustaría que viniera una familia de continuo o que pasase el fin de semana aquí», manifiesta la primera edil. El presupuesto de las tres actuaciones asciende a 32.000 euros de los que la administración provincial se encargará de cubrir los gastos del 80% del presupuesto.

Rosa Marcos, la vecina más longeva del pueblo de 84 años, se muestra emocionada con la idea de volver a contemplar ese espacio reformado y con vida. Recuerda cuando en él bailaban la danza tradicional el día de la Inmaculada Concepción y de la boda de su amiga Angelita, en la que hasta una banda de música tocó en el interior.

No obstante, las mejoras que se llevarán a cabo en Santa Olalla en los próximos meses van más allá. La cubierta del edificio donde se sitúa la cantina también se adecentará y las goteras del almacén municipal se repararán. El bar municipal lleva cerrado desde marzo pero en las próximas semanas se retomará la actividad. Todos aquellos que quieran presentar una solicitud para su gestión deberán entregarla antes del 16 de julio.

Un acceso que desaparece con la lluvia. El equipo de gobierno de Santa Olalla denuncia el lamentable estado del accedo a la vía que conduce al municipio y a otras pequeñas localidades desde la N-I. Desconocen a quién pertenece dicho tramo, si a la Diputación o a Fomento,  pero tienen claro que no es del Ayuntamiento. Aparte de los baches que presenta la calzada, en el momento que llueve se forman peligrosos barrizales y desprendimientos de tierra.

Otro de los riesgos que corren los usuarios de la carretera es la poca visibilidad como consecuencia de una abundante vegetación en las cunetas. Hay partes en los que no entran dos turismos y se ha dado el caso que al intentar pasar y al juntarse demasiado se han quedado sin retrovisores.