Luces rojas que no detienen a los ciclistas

F.L.D.
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Decenas de bicicletas se saltan los semáforos cuando circulan por la calzada, especialmente aquellos en los que no hay cruces. DB recorre las calles donde los incumplimientos son más frecuentes

Luces rojas que no detienen a los ciclistas - Foto: Jesús J. Matías

El mundo gira a toda pastilla. Incluso en una ciudad tranquila y sin agobios como Burgos, el día a día fuerza a los ciudadanos a correr. No gustan las esperas, aunque sean de medio minuto. Tal vez por eso, cuando el semáforo está en ámbar, algunos coches aceleran. Para no tener que detenerse. Los hay incluso que aprovechan los pocos segundos de tregua para saltárselo. Con las bicis ganando su terreno en la calzada, era cuestión de tiempo que se dejasen llevar por esa impaciencia. Los incumplimientos son frecuentes y variados, propios de una convivencia escasa entre los vehículos a motor y el transporte sostenible. Hay ciclistas que siguen adelante con tiento, asegurándose de que el peligro no acecha en el siguiente cruce. Otros ruedan sin miedo en una calle recta donde solo tienen que esquivar peatones para poder llegar a su destino. El centro es el lugar preferido de aquellos que optan por incumplir las normas.

Solo hace falta darse una vuelta y abrir los ojos para saber dónde es muy probable que una bicicleta vaya a saltarse un semáforo. La calle Vitoria es tan extensa que en ella se pueden ver las dos realidades. Gamonal no da pie a pasar del rojo. Puede haber quien apure para no tener que detenerse, pero suelen ser los menos. No en vano, existen numerosas bocacalles con vehículos acelerando cuando el verde del peatón está aún parpadeando. Una vez se alcanza la Delegación de Hacienda, la sensación es muy diferente.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)