Al principio fue un goteo de cancelaciones, pero ahora ya están siendo masivas en el sector hotelero, además de que van acompañadas de una caída de las reservas de en torno al 30% respecto a las mismas fechas de 2019, incluyendo en este caso la Semana Santa. Las últimas medidas restrictivas anunciadas por el Gobierno central ante la alerta sanitaria por el coronavirus han tocado de llevo a esta actividad económica, cuya patronal da «el año por perdido» con las cifras antes aportadas y confía en que la situación se normalice lo antes posible para minimizar el impacto.

La última anulación multitudinaria llegó ayer del certamen de danza ORBE, que se iba a celebrar el sábado y el domingo en el Fórum Evolución y que ha sido aplazado a la espera de que la organización cierre nuevas fechas. En su comunicado, aludía a las últimas recomendaciones del Ministerio de Sanidad, si bien los empresarios se mostraron molestos no por lo motivos, sino por «esperar a última hora». Y es que, la asistencia prevista a esta cita era de 3.000 personas, pero su movimiento mayor, ya que en muchos casos al ser menores venían acompañados de sus familias.

A la suspensión de eventos de estas características, al igual que los tres congresos médicos de la semana pasada, se añaden también cancelaciones individuales y de profesionales que iban a venir a Burgos por motivos de trabajo. «No recuerdo nada parecido de esta envergadura», subrayó Ricardo Garilleti, con tres establecimientos en la capital en los que la ocupación de más del 80% que previsto alcanzar este fin de semana se ha visto reducida al 20%. Su esperanza pasa por que la situación se tranquilice y se busque una solución «relativamente rápida» debido al «daño que está haciendo la psicosis y el miedo» no solo en esta actividad, sino «en toda la economía».

[14 páginas con más información local, provincial, regional, nacional e internacional sobre las consecuencias de la alerta sanitaria por el coronavirus, en la edición de papel de Diario de Burgos de este miércoles]