La vicesecretaria nacional de Política Social del PP, Cuca Gamarra, reconoció hoy el trabajo “serio, responsable y efectivo” de la Junta y aseguró que su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, es un “referente nacional” en la gestión responsable ante la covid-19, informa Ical.
Así se lo trasladó en un encuentro telemático con el secretario general del PP, Francisco Vázquez, y las consejeras de Familia e Igualdad de Oportunidades y de Educación, Isabel Blanco Llamas y Rocío Lucas, así como los responsables provinciales del Partido Popular de Castilla y León, en las áreas de Educación, sanidad y políticas sociales.
Según informa el PP en un comunicado, la dirigente nacional valoró que en Castilla y León “ha habido un Gobierno serio con una gestión responsable”, recordó que fue el primero en pedir que se decretara el estado de alarma y que siempre se ha anticipado “en la toma de soluciones”, frente a la “inacción y la tardanza del gobierno socialista”.
En materia educativa, la vicesecretaria rechazó que el Gobierno haya presentado en este momento y sin consenso una reforma educativa y valoró la digitalización y el acceso a internet, a las que la reforma de la ministra Celaá “no da importancia”. Así, abogó por la paralización de la reforma para buscar el acuerdo.
Por otro lado, manifestó que “la errática gestión” del Ministerio de Sanidad como mando único “ha provocado que a las comunidades autónomas les haya tocado hacer más de lo que les compete” y achacó que en algunas autonomías se haya llegado tarde a que el Ministerio no dio los avisos necesarios y porque no tomó decisiones”.
Gamarra fue tajante: “Tenemos la tasa más alta de contagios en sanitarios porque el Gobierno no ha protegido a los profesionales”, al tiempo que recordó que el Gobierno centralizó compras y no dejó comprar a las comunidades, y tras comprar 700 millones de mascarillas no se recibieron. “¿A quién ha contratado este Gobierno?”, se preguntó.
Por último, señaló a Pablo Iglesias como responsable político de todo lo sucedido en las residencias: “Como ministro de Servicios Sociales, él tenía la responsabilidad de haber protegido las residencias y de haberles dado los medios necesarios para protegerse, pero Iglesias sólo tiene en la cabeza un proyecto político para cambiar España”. “Iglesias ha fallado, no ha estado a la altura gestionando ni señalando a las residencias como culpables”, concluyó.